Esto está digno de Crónica TV. En Argentina, un tipo asaltó y le quitó su móvil a otra persona que, intimidada, le hizo caso sin mediar resistencia alguna. Al recibir el teléfono, el ladrón lo analizó y — tras pensarlo un par de segundos — se lo devolvió pues no le gustó.
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“Date vuelta y no digas nada”, le dijo el presunto delincuente a su víctima de turno antes de devolverle su equipo y alejarse a paso lento para intentar perderse entre la gente, algo que no le resultó.
Tras ser apresado y analizada su situación por la fiscalía, el sujeto fue dejado en libertad debido a que — a criterio del fiscal — no hubo delito alguno al decidir no apropiarse de un bien de terceros, configurándose una tentativa de robo no consumada, una figura no penada. De hecho, el artículo 43 del código penal argentino libera de cargos a todo aquel ejecutante de un delito que desista voluntariamente en medio del proceso.
“El acusado decidió libremente no apoderarse del celular, por lo que no hubo delito“, señalaron diversas fuentes judiciales.
Generosidad, benevolencia o simple lástima. La acción de este noble (?) delincuente pone en evidencia un vacío legal del Código Penal argentino. Sin embargo, la situación no deja de ser tragicómica: Tu celular tiene que ser muy patético como para que ni siquiera un ladrón lo quiera y te lo devuelva… ¿La moraleja de esta historia? Siempre hay alguien que está peor que uno.
Fuente: Robó celular pero no fue preso porque lo devolvió (Telefé Noticias)