¿Saben ustedes por qué chasquea el látigo? Es porque la punta supera en un instante la barrera del sonido y se produce una onda de choque. Es la misma onda que generaba Guile en el Street Fighter II
Esa onda de choque se produce en otros fenómenos inusualmente veloces como el gasto del sueldo durante los primeros días del mes, los matrimonios y divorcios entre famosos, los regresos instantáneos de las personas que se automarginan de twitter y fuera de broma, los aviones de guerra.
También el Concorde superaba la velocidad del sonido, y por eso hacía solamente vuelos transoceánicos. En caso contrario las ciudades sobrevoladas hubiesen tenido serios problemas de contaminación acústica y vidrios rotos. Bueno, la noticia es que la NASA está desarrollando un diseño que permita romper la barrera del sonido sin generar una onda de choque. Eso permitiría vuelos locales a velocidades supersónicas. La clave está en una curiosa punta en el diseño de las aeronaves.
No sabemos si esta modificación sería aplicable a aviones actuales (como se aplicaron los winglet a los Boeing 767 existentes en varias aerolíneas del mundo) o si la concentración del esfuerzo en la base de esta punta obligará a rediseñar el patrón estructural completo del fuselaje. Lo único que sí sabemos es que los hangares van a tener que ser más largos y que ahora será incluso más peligroso pararse al final de una pista de aterrizaje.
Link: NASA Chat: Taking the “Boom” Out of Booms (NASA via Gizmodo)
