El sorpresivo anuncio de que Microsoft planearía lanzar Windows 8 tanto para plataformas x86 como ARM fue recibido con interés por parte de la industria, pues más allá de versiones “a medio cocinar” de Windows CE y para dispositivos embedidos nunca habíamos visto el sistema operativo corriendo en ARM.
PUBLICIDAD
Además se empezó a vislumbrar a un Intel cada vez más desesperado en mantener la fortaleza de x86, especialmente con el avance incansable de los smartphones a tareas más complejas (para lo que basta ver al Motorola Atrix 4G y su base que prácticamente lo convierte en un netbook), la arremetida de los tablets en el CES recién pasado y la aparente desaparición de lo que Intel llamó Mobile Internet Devices, básicamente tablets x86 basado en Atom que nunca despegaron.
Al parecer habríamos dejar volar mucho nuestra imaginación, pues a través de un representante Intel dijo que el cambio de arquitectura es sólo uno de los pasos que Microsoft tiene que dar, y que todos los demaś pasos le “tomarían muchos tiempo”, el suficiente como para que Intel tenga listo un procesador x86 con un consumo comparable al de los chips ARM actuales y tentando a Microsoft de vuelta al “lado azul”.
En el tiempo restante también se trató de “contradictorio” a NVIDIA y su desarrollo de una CPU ARM de alto rendimiento cuando en el pasado sólo se dedicaron a basurear a Intel y al mercado de CPUs en general diciendo que la GPU era el futuro.
Link: Intel on the Windows/ARM port: it could be a good thing for us (ArsTechnica)