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Me causa curiosidad saber en qué terminará todo esto. Puede ser que haya muchos interesados en tener un auto anfibio, más aún si tiene un aire a un Lamborghini Countach en un fuerte color amarillo. ¿Pero cuántos estarán dispuestos a desembolsar US$777.000 por manejarlo por las calles y aguas de la ciudad?
O si se tiene más paciencia y se está seguro de que vale menos, se puede esperar los 10 días que dura su subasta en eBay.
Tras el salto, más detalle y videos del ejemplar:
La gracia del HydroCar es que se trata de un modelo completamente casero. Es una creación de un tal Rick Dobbertin, que viene trabajando hace ocho años durante más de 18.000 horas sobre la base de su artefacto original acuático, el Dobbertin Surface Explorer. De ahí que la valorización personal de su creador sea tan alta.
Pero de quererlo, pese a que está completamente operativo, más encima habrá que terminar la obra que su creador está dejando inconclusa debido -justamente- a falta de fondos. Ah y otra cosa, si quieres estacionarlo, ármate de paciencia, porque su envergadura es poco propicia (aunque a su favor podemos decir que sus ruedas se giran permitiéndole avanzar de lado).
¿Les gusta? Yo al menos sigo buscando algo más tradicional para mi…
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