(cc) CLUC
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La Red se satura. ¿Quién la desaturará? La lógica más inmediata es que el desaturador que la desature deberían ser las teleoperadoras. Pero estas no lo tienen claro. Nada claro, de hecho. Mejorar las redes, dicen, no les compensa. Les genera más gastos que beneficios y es necesario que ese coste se reparta entre todos: usuarios, empresas beneficiadas por el tráfico , ayudas gubernamentales y ellas mismas.
Empresas como Telefónica llevan ya un tiempo hablando de ello. Sienten que no ganan el suficiente dinero por ofrecer el soporte a las plataformas (YouTube, Facebook, Twitter, etc…) y piden más recursos. ¿Explica esto porque en España tenemos una de las peores y más lentas conexiones de toda Europa? Para Telefónica, sus tarifas de conexión ilimitada a Internet les causan grandes perjuicios. Cabe preguntarse entonces porqué las ofrecen.
Las operadoras pueden seguir el ejemplo del reciente acuerdo en los Estados Unidos por parte de Verizon, un proveedor de acceso a Internet y Google, estableciendo diferentes tarifas y excluyendo el acceso a contenidos que exijan un gran flujo de información a quienes no paguen esos servicios premium, por llamarlos de alguna manera.
El tema es más complejo y pone en juego, una vez más, el concepto de neutralidad en la Red. El acceso a Internet como derecho básico y universal solo se ha aprobado en Finlandia. Una medida que en España se ha quedado apenas en una declaración de “buenas intenciones” por parte del Senado donde se defiende que debe ser asequible. Una respuesta ambigua por parte de un órgano sin apenas competencias. La Unión Europea tampoco tiene intención de legislar al respecto, confiando que la competencia entre las diferentes operadoras permita ese acceso. El tiempo dirá
Link: Internet ‘Vintage’ (La Vanguardia)