Bicentenario

(102) Steve Ballmer, todo un personaje tech

No tiene precisamente fama de simpático, pero detrás del carácter tan extrovertido hay un ejecutivo exitoso que hoy comanda el navío luego de la era Bill Gates.

Quien fuera por mucho tiempo la mano derecha de Bill Gates al mando de Microsoft, Steve Ballmer hoy está a la cabeza en la compañía donde alguna vez fue sólo un empleado, perfilándose actualmente como uno de los personajes más relevantes de la escena tecnológica y destacando, como siempre, por su interesante personalidad y carácter, que le han entregado al jet set de la informática grandes momentos comunicacionales.

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Su historia temprana

Steven Anthony Ballmer, más conocido como “Steve”, nació el 24 de marzo de 1956 en Detroit, Michigan, hijo de un inmigrante suizo y de madre norteamericana. Asistió a una escuela privada en su niñez y adolescencia, para luego graduarse de ella en 1973 obteniendo un puntaje perfecto de 800 en el examen matemático del SAT; sistema para la admisión a la universidad en Estados Unidos.

Así, entró a la Universidad de Harvard con una beca ganada gracias a sus buenos resultados académicos, institución donde sería compañero de cuarto con Bill Gates, fundador de Microsoft. Y aunque Bill se retiró para darle énfasis a su nueva empresa, Steve siguió su camino y se graduó con grandes honores obteniendo un título en matemáticas y economía.

Luego de aquello, trabajó dos años como asistente de productos en Procter & Gamble, sin embargo, se retiró de la compañía para entrar a estudiar un Master en administración de negocios en la Universidad de Stanford en 1979.

La entrada a Microsoft

Así, Steve Ballmer se hizo cargo del área de marketing y finanzas en Microsoft, algo que por sus estudios sabía hacer muy bien y que le vino como anillo al dedo a un Bill Gates que deseaba preocuparse de su visión de la tecnología y nuevos productos para cambiar la vida de las personas.

Su gestión fue un éxito, pues durante los primeros cinco años Steve logró duplicar en forma anual la cantidad de empleados, junto con reorganizar la estructura interna, crear positivos grupos de trabajo e inagurar un programa para que los empleados tuvieran la opción de hacerse con acciones de Microsoft, algo que a la larga llevaría a que varios de ellos se convirtieran en multimillonarios.

En julio de 1998, Ballmer fue ascendido al cargo de Presidente de Microsoft, sillón que dejaría en enero del año 2000 para asumir como CEO de la compañía, luego de que Bill Gates cediera su puesto y empezara a perder protagonismo en forma voluntaria dentro de la institución que construyó. Hasta el día de hoy, Steve ejerce como CEO de Microsoft.

Su cara más conocida

Independiente de sus estudios, logros en la empresa, o relevancia en la marca de tendencias tecnológicas, Steve Ballmer se ha hecho más conocido en la industria por su singular y única personalidad, la cual ha provocado toda una construcción de un personaje alrededor de su persona, estando marcado inevitablemente por momentos que muchos de nosotros jamás olvidaremos.

La publicidad para vender Windows

Como buen hombre de negocios, Ballmer hacía lo posible para vender el que siempre ha sido el producto estrella de la empresa: Windows. Con muy poca vergüenza, un articulado discurso y entusiasmo de sobra, un par de videos fueron grabados con él mismo como protagonista resaltando en forma exaltada los beneficios de migrar a una plataforma Windows.

Eventos en vivo

En grandes eventos, Ballmer no sólo destacó por su voz y entusiasmo, sino que también hasta por sus bailes en el escenario. Y es que el ahora CEO de Microsoft afirma en una de estas presentaciones que “ama a esa compañía”, algo que sin duda demuestra con creces cuando habla frente al público.

Pero este amor también lo comparte con los desarrolladores, pues en una segunda ocasión al entrar al escenario Ballmer no se cansa de repetir a gritos “developers! developers!” (¡desarrolladores!), con una camisa completamente mojada por el sudor y sin duda en busca de caer bien entre la multitud presente en el evento que era precisamente de desarrolladores, contagiando alegría, entusiasmo y algunas veces temor a los asistentes.

Sobre la competencia

Tal es el caso de lo que supuestamente habría ocurrido cuando Mark Lucovsky, un importante ingeniero de Microsoft, decidiera aceptar una tentadora oferta desde Google para cambiarse de trabajo, desatando la furia de Ballmer en una reunión que tuvo éste con Lucovsky cuando discutieron acerca de su renuncia. El diálogo habría sido el siguiente:

(Ballmer) Sólo dime que no te vas a Google.”

(Lucovsky) Sí, a Google.”

(Ballmer, mientras toma una silla y la lanza a través de su oficina) ¡Maldito Eric Schmidt es un maldito cobarde! ¡Voy a enterrar a ese tipo, lo he hecho antes y lo haré otra vez! ¡Voy a matar a Google!”

Acto seguido, Steve se habría calmado e intentó persuadir al ingeniero a quedarse en Microsoft, algo que éste claramente no aceptó luego de ver la verdadera cara de su jefe poseído por la furia. Más tarde, Ballmer se referiría a esta historia como “una grosera exageración de lo que realmente sucedió”, confirmando que efectivamente “algo” pasó, pero que no habrían habido malas palabras (que por amor a la lingüística no quisimos traducir en el diálogo) ni sillas voladoras de por medio.

Apple también ha sufrido las críticas de este personaje, quien ve con malos ojos el precio de los computadores de la manzana, se ha reído del iPhone y ha menospreciado al popular iPod.

¿Pagar $500 dólares extra por una computadora en este ambiente (de crisis económica), con el mismo hardware, pagar $500 dólares más por tener un logo (de la manzana) en ella? Creo que esa es una proposición más arriesgada para la persona promedio hoy de lo que fue en el pasado.”

“No, yo no uso un iPod. Ni lo hacen mis hijos. Mis hijos, en muchas dimensiones se comportan tan mal como otros niños, pero al menos en esta dimensión les he lavado el cerebro a ellos: No usarás Google, ni usarás un iPod.”

¿$500 dólares, con subsidio completo y un plan? Ése es el teléfono más costoso del mundo, y no es interesante para el mercado de los negocios porque no tiene un teclado físico, lo que no lo convierte en una muy buena máquina para enviar correos electrónicos.”

Su futuro en Microsoft

Pero pese a sus momentos mediáticos al mando de la compañía, Steve Ballmer sin duda ha hecho un buen trabajo en ella desde que era compañero de Bill Gates en 1980 hasta que asumió el 2000 en el mayor desafío de su carrera: ser CEO de Microsoft.

Con Gates fuera del camino y dedicado a la filantropía, actualmente quedó en manos de Ballmer el manejo de los proyectos que podrían catapultar a un mayor éxito o bien sepultar a la institución, por lo que hay que mirar con atención el presente y el futuro de la innovaciones tecnológicas que impulse Microsoft para saber si el actual CEO se mantendrá en su cargo o caerá producto del fracaso y las malas ventas.

Por lo pronto, podemos poner atención a lo que ha hecho con el sistema operativo Windows 7, el cual resultó ser un gran éxito, al igual que la hoy consolidada consola de videojuegos Xbox. Pero el discreto rendimiento del reproductor multimedia Zune y el incierto futuro del sistema operativo para smartphones Windows Phone 7 podrían definir, en parte, cómo terminará esta historia.

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