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Cierran museo de Pinballs en New York

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(cc) heyrocker – Flickr

Estados Unidos debe ser uno de los países en que subsisten algunas de las leyes más absurdas del planeta. Debido a su estructura federal, lo que en un estado es perfectamente normal en el estado de al lado puede ser una falta imperdonable.

El estado de New York aloja a la ciudad homónima, una de las metrópolis más importantes y cosmopolitas del planeta, pero el estado aún tiene leyes absurdas que prohíben andar con un helado en el bolsillo en un día domingo, comer mientras se nada en el mar, ni usar pantuflas fuera de horario.

Un sujeto de Beacon, NY, descubrió por las malas que también hay una ley contra las máquinas Pinball.

Si me preguntan -no es que alguien lo haya hecho, pero ánimo- creo que estas leyes subsisten no porque aún tengan razón de ser, sino porque nadie se ha tomado la molestia de derogarlas. Paralelamente, sería atinado pensar que un juez no sería particularmente riguroso en  aplicar legislaciones obsoletas por mucho que sigan siendo ley, pero hay excepciones.

En muchos estados del país del norte los Pinballs (también llamados “flippers”) fueron ilegales desde los años 40 hasta bien entrados los 70. La sociedad eminentemente conservadora los consideraba nocivos para una juventud fácilmente impresionable, una fuente de ocio manejada por la mafia que malversaba el capital humano de los jóvenes americanos que pasaban la tarde pendientes de una pelotita en vez de enrolarse para pelear por los intereses del Tio Sam en Europa, Japón, Corea o Vietnam. En fin, creo que ya se entiende la idea.

Lo medular es que Fred Bobrow, de Beacon, NY, abrió un local llamado Retro Arcade Museum, destinado no tanto a jugar sino a exponer máquinas clásicas restauradas como el Kiss, Golden Arrow y otras joyitas.  Bobrow logró tener su local abierto durante 18 meses a lo largo de los cuales se dedicó en cuerpo, alma y billetera a mejorar el local, enriquecer la colección de máquinas y darles adecuada mantención y restauración. Todo terminó el día en que recibió una orden de clausura.

Pasó que Beacon es una de las pocas ciudades de los Estados Unidos en los que la prohibición contra los Pinballs nunca se levantó, y aunque nadie pone especial énfasis en aplicar la ley, al parecer a Bobrow le tocó un inspector excesivamente celoso de la regulación vigente, y ahora tiene que ver cómo un año y medio de trabajo se va a la basura.

Aunque hay integrantes del consejo municipal que se han puesto de parte de Bobrow, diciendo que su local -que es mitad museo y mitad centro de entretenimiento- atrae visitantes a la ciudad. Sin embargo, la orden de cierre castiga con USD 1000 dólares de multa al local por cada día en que siga abierto, así que Bobrow no tiene muchas opciones. Incluso con todo el consejo municipal de su parte demorará meses hacer los cambios legales como para terminar esta ley absurda.

Link: New York town bans pinballs (Wthitv)

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