Niubie Labs

Blacklight: Tango Down [NB Labs]

Nada de campañas, solo multijugador online. ¿Será suficiente?

Cualquier shooter en primera persona de esta generación que pretenda ser un digno competidor en el género necesita, por defecto, ofrecer dos cosas: una campaña algo corta pero bien espectacular, y un modo multijugador que alargue la vida del juego hacia el infinito y más allá.

Y con las campañas haciéndose cada vez más y más acotadas, el 90% del tiempo de juego se reduce al multiplayer. Entonces, ¿qué tal un juego que borre de un plumazo la campaña y se centre exclusivamente lo otro? es a eso precisamente lo que apunta Blacklight: Tango Down, un first person shooter desarrollado por Zombie Studios para Xbox Live, Playstation Network y PC, que por 15 dólares pretende capturar a todos los fanáticos del género que quieran salir un poco de su rutina bélica diaria. Como yo mismo, por dar un ejemplo.

Blacklight: Tango Down se ambienta en el futuro cercano, enmarcado dentro de un conflicto llamado NetWar donde el equipo Blacklight Tango sale en la búsqueda de sus compañeros perdidos, además de intentar detener a The Order, facción rebelde que asesinó al presidente de los Estados Unidos y que se cree tiene algo que ver con un virus que afecta a los civiles.

Puede sonar algo genérico, pero el hecho de ser semi futurista le agrega un leve toque techie a la ambientación. El arsenal no es inventado y aquí vemos las armas clásicas y conocidas por todos, además de un visor tipo rayos X para detectar la presencia de hostiles cercanos, y granadas digitales que dentro de su rango de alcance pixelizan la visión del jugador y lanzan pantallas de error muy similares a la Blue Screen of Death. En general, la mezcla de elementos futuristas con otros más comunes da un resultado interesante y que no se siente forzado ni exagerado.

Black Ops se denomina un cuarteto de misiones cooperativas en las que hay que cumplir los objetivos impuestos, aunque todos se basan en “barre con todos, llega al punto X y activa algo”, y así. No hay demasiado background como para incentivar a quienes juegan, y aquí empezamos con los problemas: en una partida cooperativa no puede ser que si un jugador muere tenga que esperar que los que siguen vivos maten a todos los malos y alcancen cierto punto para volver a la batalla. Y eso puede tardar medio segundo, o 10 minutos, con lo que la premisa del juego cooperativo ya queda en entredicho. Aparte, estas misiones son bastante pasilleras y no hay puntos de control, por lo que morir significa volver al inicio y sin derecho a pataleo. Jugar en solitario no es tan entretenido, y para hacerlo con alguien solo se puede a través de invitaciones, porque no hay partidas públicas en este modo. Mal.

De todas formas, ese modo es solo un agregado, porque las 4 misiones son bastante cortas. Lo medular del juego son las arenas donde se dan cita la gran mayoría de jugadores. Team Deathmatch, Deathmatch, Domination… ahí están. No hay mucho por descubrir, excepto que los mapas tienen algunos problemillas y la mecánica del juego está derechamente rota, así de sencillo.

Los mapas son generalmente pasillos, con algunos puntos hechos específicamente para quienes gusten de acampar con una olla y un termo de café. Y si le sumamos que el punto de respawn es siempre el mismo, e ídem las salidas desde ese punto hacia donde se dan el grueso de las peleas, tenemos un lindo juego donde el camping está a la orden del día y de la manera más rastrera posible. Por más que avancemos por el mapa, invariablemente la muerte espera en alguna esquina, y vuelta a lo mismo, si es que no hay alguien vigilando los respawns enemigos con un sniper. No hay lugar para la estrategia, no hay espacio para algo de táctica, y si los mapas parecen cajas de zapatos, tenemos un problema grande.

El visor HRV (Hyper Reality Visor) es algo útil, pero su utilización se limita a unos cuantos segundos y no se puede disparar al activarlo. A diferencia de otros shooters, hay una barra de energía… que es prácticamente inútil, porque la diferencia entre estar al máximo o a la mitad es inexistente. Las armas son quizás lo mejor del conjunto, porque están ajustadas y se sienten bien al usarlas, y hay algo de personalización, lo que permite ir variando los kits al subir de nivel. El problema es que el control no responde todo lo bien que uno quisiera, y agréguenle algo de lag a las partidas. La suma no es feliz.

Visualmente, aunque algo genérico, se ve bastante bien. Es difícil ver un juego con el Unreal Engine que sea malo gráficamente, y aunque conserva alguna de las mañas típicas del motor -texturas en baja resolución o que demoran en cargar- para ser un juego de plataformas digitales, está por sobre la media en el apartado técnico. El diseño artístico es otra cosa y depende los gustos, y ahí es donde entra el término genérico, porque a simple vista varios escenarios parecen muy conocidos.

Blacklight: Tango Down parte de una idea más que aceptable. Ofrecer un shooter multijugador a un precio muy razonable, y con algunos valores de producción por sobre la media, de primera parece ser interesante, y sobre todo, muy acorde a los tiempos que corren. El problema de fondo es que para que la apuesta sea viable necesita que su única razón de ser esté bien construída, y pasa todo lo contrario. Jugablemente es muy limitado, el diseño de los mapas es desastroso, genérico y pasillero, no dan espacio para la estrategia, hay lag, el control es problemático, las partidas se llenan de camperos (no de los buenos, de los otros), el modo Black Ops llega a ser absurdo… y etcétera. Poco, muy poco para lo que podría esperarse, y sobre todo, para lo que una idea así puede dar.

Veteranos de guerra de Battlefield o Modern Warfare: sigan donde están. Blacklight: Tango Down está lejos de ser una alternativa a vuestras necesidades bélicas, y lo peor, es que se hace cansador después de un rato y sus limitaciones lo convierten en un juego hiper mega frustrante. De muestra, un botón de play, con la correspondiente censura auditiva para no herir la sensibilidad de nadie.

Lo imperdible:

  1. Las armas y las digi-granadas.
  2. Visualmente cumplidor, y por sobre la media de este tipo de juegos.

Lo impresentable:

  1. El modo Black Ops es casi cero aporte.
  2. Mapas chicos y llenos de pasillos.
  3. Las batallas se reducen a: spawn, avanzar, morir invariablemente, respawn, avanzar, morir… cero estrategia y táctica.
  4. Lag y problemas de control.
  5. Es una buena idea, pésimamente ejecutada.

Mediocre

…poco, muy poco para lo que podría esperarse”

Tags

Lo Último


Te recomendamos