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JoinAfrica busca alumbrar con WiFi el continente más postergado

En este momento África es el continente con menor penetración promedio de Internet: apenas un 8,7%. Esto no es tan raro considerando que al mismo tiempo es el continente más pobre del planeta… algo de correlación existe entre ambos factores.

En atención a lo anterior, el millonario Paul English -cofundador del sitio/servicio kayak.com– se ha propuesto aumentar la población conectada mediante un ambicioso proyecto llamado JoinAfrica.

La idea de JoinAfrica es separar la infraestructura del servicio. Lo primero se vería mediante aportes privados y tal vez alianza con algunos gobiernos, mientras que lo segundo sería provisto por los mismos ISP que hoy atienden a ese 8,7%. ¿Es posible que algo así funcione?

Vamos por partes. La idea de English es abordar el tema de la infraestructura instalando hubs WiMAC en diversas aldeas, hasta cubrir la totalidad del territorio. No se confundan con WiMax. Estos hubs son un invento que combina la conectividad con el control, de ahí su nombre WiMAC (Wireless Media And Control) de manera de poder restringir los servicios ofrecidos. Esto nos lleva a la segunda parte, que es el enlace. Si logras alumbrar todo el continente africano con WiFi a lo mejor puedes crear la Lanparty más grande del mundo, pero todavía tienes que ver cómo les das acceso a internet a los usuarios.

Rentabilidad

Eso nos lleva a la segunda parte. Llegado a este punto, Paul English quiere hacer un mix de rentabilidad y altruísmo. Algo como un “altruísmo rentable”, se diría. Verán: su postulado es que los ISP de cada zona puedan usar la infraestructura desplegada por JoinAfrica para ofrecer acceso gratuito a Internet con una velocidad modesta y acceso a una parrilla limitada de servicios: correo electrónico, mensajería, navegación por ciertos sitios de una lista blanca como Wikipedia. Si alguien quiere una conexión sin estas limitaciones, tiene que hacer un upgrade al plan pagado.

En buenas cuentas, el planteamiento es liberar a los ISP de la inversión necesaria para llegar a ciertas áreas de la población, trazando una malla inalámbrica que les abra un mercado objetivo con el que hoy ni sueñan. A cambio de usar esa malla y acceder a ese mercado, pedirles conectividad básica en el entendido que los clientes que puedan permitírselo pagarán por la versión full, mientras que los que se queden con la versión gratuita son gente que de todos modos nunca hubiera contratado sus servicios.

Paul English ya se ha gastando una buena suma en comprar los equipos para iluminar ciertas aldeas piloto, y está en conversaciones con los gobiernos de varios países africanos.  Está contratando gente en el MIT para ayudar en la planificación y control y bueno, en general está más que entusiasmado con el tema. Es uno de esos millonarios que se sienten agradecidos de la vida y deciden dar algo a cambio, lo cual está muy bien.

Sin embargo, cuando me decidí a escribir esta columna lo hice con sentimientos encontrados básicamente por cinco puntos que considero importante debatir, y voy a exponer mi opinión respecto a cada uno de ellos.

  1. Es intrascendente: soy uno de los que defienden que el acceso a internet te puede cambiar la vida, y que por tanto debiera ser considerado un derecho básico. Sin embargo, en perspectiva esa es una postura válida sólo para el caso promedio. Si tienes todas tus necesidades medianamente resueltas y no tienes internet, ganar acceso a ella te puede facilitar enormemente la vida. Por el contrario, en el caso límite donde no tienes agua potable ni comida, puede parecer incluso una burla que llegue un gringo y le ponga WiFi a tu aldea. Para ser justos, también hay que considerar que una antena parabólica, un router y media docena de access points salen por 500 dólares, y con 500 dólares no alcanza para abastecer la aldea de agua y comida permanentemente: con suerte puedes comprar alimento para una semana.
  2. ¿Cómo se conectan?: Claramente, no sacas nada alumbrando el continente con internet inalámbrica si no hay computadores. Acá es donde entran otras iniciativas como la OLPC, pero esa clase de cruzadas también tienen un largo camino por delante y se enfocan en segmentos muy específicos de la población. En su favor, también es cierto que una iniciativa potencia a la otra. Recordemos que los notebooks XO de la OLPC funcionan también como Access Point, por lo que el uso de esta clase de equipos facilitaría sobremanera la cobertura inalámbrica de los hubs WiMAC.
  3. Corrupción de los ISP: El proyecto se sostiene sobre muchos supuestos débiles, pero tal vez el más débil de todos sea la buena fe de los operadores. Si un ISP empieza a pensar que no lo están vigilando, o que JoinAfrica no tendrá voluntad suficiente para echarlo del proyecto, pueden empezar a tantear por ejemplo si un empeoramiento de la calidad del plan gratuito empuja a más gente a contratar el premium. Sucede en todo el mundo cada vez que un ISP saca un plan mejor. Los del segundo mejor plan empiezan a sentirse extrañamente presionados a cambiarse. En favor de JoinAfrica, hay que reconocer que Paul English es perfectamente consciente de este problema, por lo que junto al despliegue de infraestructura, lo segundo más importante es mantener el control ahí por donde ya hayan pasado.
  4. Gobiernos Inestables: No vamos a decir que Latinoamérica sea la región más estable del mundo, acá también hay presidentes derrocados y mandatarios interinos que desfilan en el cargo en medio a revueltas populares, pero en Africa esta situación es mucho más vertiginosa y la precariedad de los gobiernos es pasmosa en algunos casos. Hay que enfrentar este proyecto de manera que se determine un porcentaje aceptable de fracasos por esta causa. Un día el presidente te abrirá las puertas de su país y hasta te prometerá ayudar a financiarlo. Mañana puede cambiar de opinión o puede haber sido reemplazado por otro tipo que de base le tiene mala a todos los que hicieron acuerdos con su antecesor.
  5. Trabajos Indignos: En países que combinan pobreza con alto índice de conectividad, hay personas que trabajan 18 horas diarias frente a un computador ganando sueldos miserables. Algunos procesan emails, otros son mineros de World of Warcraft que pasan todo el día recolectando oro para que el empleador lo venda por dinero real al final del día. Es verdad que con el plan gratuito no pueden usar World of Warcraft, pero sí pueden usar el correo. ¿Es necesario recordar cuál es el principal uso que se le da al email en Nigeria? Por otro lado, a riesgo de sonar utilitarista hay zonas de África en donde el sueldo más miserable que te paguen en uno de esos intertet sweatshop es mejor que ningún sueldo.

Todos estos puntos se me vienen a la mente al leer sobre JoinAfrica. No son un llamado a no hacer el proyecto, sino a plantearlo como una cruzada contra los 5 puntos que mencioné. Cuando se acomete una empresa titánica, lo segundo más importante luego de fijar la meta es identificar los problemas. Acá los problemas no son la hostilidad del terreno, la falta de infraestructura, las grandes distancias, el calor

Paul English es un tipo feliz, y la gente feliz suele hacer buenas obras de corazón y obtiene más felicidad por eso. No pongo en duda sus intenciones, pero creo que está pecando de un exceso de optimismo. Si me dijeran que quiere alumbrar un país, o la región de un país ya sería algo más aterrizado pero ¿Tódo un continente? Creo que nadie ha ido tan lejos, pero sinceramente espero que la idea prospere y algún día se pueda hacer.

Link: Kayak.com Cofounder Paul English Plans to Blanket Africa in Free Wireless Internet (FastCompany)

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