Ciencia

Herschel nos muestra el lado desconocido del proceso de formación de las estrellas

(c) ESA/PACS/SPIRE/HOBYS Consortia

Casi un año después de ser puesto en órbita el telescopio espacial Herschel ha logrado desvelar algunos aspectos que eran desconocidos en el proceso de formación de las estrellas, desafiando las teorías actuales respecto al tema obligando a los científicos a trazar un nuevo camino para las futuras investigaciones.

En concreto el observatorio Hershel observó una nube de formación de estrellas denominada RCW 120, una estrella embrionaria que -según los científicos- podría convertirse en una de las estrellas más grandes y brillantes de nuestra Galaxia durante los próximos cientos de miles de años. En la actualidad cuenta con una masa de entre ocho a diez veces superior a la de nuestro Sol, pero continúa estando rodeada por una nube de gas y polvo de la que seguirá alimentándose durante miles de años más.

Las estrellas masivas son poco frecuentes y su vida es relativamente corta, por lo que el poder observar una mientras esta en proceso de formación se convierte en una oportunidad única a la hora de intentar resolver una de las grandes paradojas de la astronomía y que Annie Zavagno, del Laboratorio de Astrofísica de Marsella, resume en una frase:

Según las teorías actuales, no es posible la formación de estrellas con una masa superior a ocho veces la de nuestro Sol

Lo anterior se debe a que la intensa luz que emiten las estrellas de este tamaño debería provocar la dispersión de las nubes que las rodean, por lo que no podrían ser capaces de acumular más masa. Pero por alguna razón desconocida este tipo de estrellas existen y en la actualidad se conocen varias de estas estrellas denominadas como “imposibles”. De ahí la importancia que tiene para la comunidad científica el hecho de que el telescopio espacial Herschel haya descubierto una de estas estrellas en pleno proceso de formación, por lo que los astrónomos tendrán la oportunidad de analizar en dónde están fallando sus actuales teorías.

El telescopio también ha logrado observar el espacio profundo, más allá de los límites de nuestra Galaxia, siendo capaz de captar la radiación infrarroja que emiten miles de galaxias en una región del Universo que se extiende a lo largo de miles de millones de años-luz. Si bien cada galaxia es percibida como un pequeño punto, al medir su brillo los astrónomos pueden determinar la tasa de formación de estrellas en su interior (mientras más brille la galaxia en infrarrojo, más estrellas se están formando en ella). Este es otro de los aspectos donde el telescopio Herschel vuelve a desafiar las actuales teorías de los científicos, ya que ha logrado demostrar que la evolución de las galaxias se ha producido de forma más rápida de lo que se creía inicialmente. Según los astrónomos, las galaxias habían estado formando estrellas con un ritmo casi constante en los últimos  tres mil millones de años.

Por último el telescopio ha descubierto recientemente un nuevo “estado” del agua en el espacio -con carga eléctrica- y que, al contrario de los actuales estados que conocemos (hielo sólido, agua líquida o vapor de agua), no se encuentra en la Tierra de forma natural. Este nuevo estado de agua ionizada se genera de forma natural en las nubes que rodean a las estrellas en formación.

“La detección de vapor de agua ionizado ha sido toda una sorpresa” señaló Arnold Benz, del ETH de Zúrich (Suiza),

Este hecho demuestra que durante las primeras etapas de formación de una estrella se producen reacciones tan violentas que son capaces de emitir radiación ultravioleta a través de la nube

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Links:

  1. Herschel reveals the hidden side of star birth (ESA)
  2. Herschel Returns First Science Results: Stunning Image of a Giant Gas Bubble Sheds Light on Massive Star Formation (Popular Science)
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