Porque si bien hace un mes y medio se habría acordado una lista de espera entre los armadores de notebooks para darle prioridad a los grandes fabricantes, hoy se habla de que el pacto se habría roto y que derechamente los fabricantes se estarían peleando entre ellos para conseguir los chips i3 e i5 que están en escasez, llegando a pagar incluso un 20% más sobre el precio original de los procesadores Arrandale.
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El problema ya habría sido identificado por Paul Otellini, CEO de Intel, quien habría dicho que:
Francamente, estábamos ligeramente detrás al satisfacer todas las demandas que nuestros clientes buscaban en el primer cuarto (de este año), a pesar de que estábamos produciendo mucho más de lo que inicialmente pensábamos. Esperamos ponernos al día con esa demanda durante el segundo cuarto del año con los (productos de) 32nm”.
Bien por Intel, ¿pero mal por los consumidores? Porque es de esperar que ese 20% extra que los manufacturadores pagaron no se traduzca en un alza de precios hacia el consumidor final, aunque nunca se sabe.
Link: Shortage of Popular Intel Chips Threatens Laptop Rollouts (Yahoo! News)
