Seguramente recordarán todos el severo caso de espionaje e invasión a la privacidad, acontecido hace algunas semanas en Filadelfia. Me refiero específicamente a aquel malvado distrito escolar, cuyas autoridades -Dicen™- espiaron a sus alumnos, a través de las iSights de unos flamantes MacBook Pros webcams de unos laptops entregados con fines educativos, aun cuando los pupilos se encontraban en la privacidad de sus hogares.
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Esta semana hubo novedades, pues las familias de los menores afectados interpusieron acciones legales contra la institución educativa, y además salieron a la luz algunos antecedentes bastante tétricos del asunto, relacionados principalmente con la captura de registros de mensajería, imágenes de alumnos semidesnudos, y la posterior emisión de comentarios privados respecto a las mismas, de parte de funcionarios del colegio en cuestión (tranquilo; todavía no hay curas de por medio).
Pero vamos por partes, como dice ese súper nuevo chiste de Jack el Destripador.
Primero, ante las acusaciones contra el colegio por haber fotografiado a alumnos durmiendo, y en ocasiones semidesnudos, las autoridades insistieron en la curiosa defensa “es que queríamos prevenir el robo de los equipos”, advirtiendo esta semana que su política estaba “equivocada” (Master of the Obvious).
Se dice que éste sería el uniforme utilizado en el colegio. Incluye un complejo sistema para prevenir que los ladrones de ropa se lo lleven.
Luego, se han develado otros interesantes antecedentes como que la aplicación utilizada para manipular la cámara de los equipos, permitía sacar fotos cada 15 segundos, una vez activadas. Ello le permitió al colegio capturar alrededor de 400 imágenes.
Uno de los abogados involucrados en la causa, en la defensa de un alumno afectado y su familia, adujo que evidencia conseguida demuestra, además, que Sauron las autoridades escolares espiaban a sus alumnos por razones no consentidas por el usuario, como cuando no pagaban el seguro o no devolvían el MacBook a fin de año.
¿Más información jugosa? Según el mencionado abogado, sólo dos personas tenían acceso a la manipulación remota de las cámaras: Carol Cafiero y el técnico Michael Perbix, quienes fueron llamados a declarar al tribunal. La primera opuso resistencia, defendiéndose en la 5ª Enmienda, la cual garantiza un debido proceso y el derecho a no autoincriminarse.
Ahora bien, lo serio no es que la buena Carol haya desistido de la deposición, sino cuáles fueron las razones que el abogado opositor invocó para acusarla de “voyerista” y querer confiscar su laptop.
Esto es como ver una telenovela del colegio.
Mail enviado por un colega de Carol a ésta, quien tuvo acceso a las imágenes.
Lo sé, ¡lo amo!
Psicopática respuesta, enviada por Carol (encargada del sistema de prevención de robos).
Interesante política para no hacerle la pega fácil a los amigos de lo ajeno, ¿no?
Link: Family: Pa. school snared 1,000s of webcam images (Asociated Press)