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Lanzamiento de Intel Gulftown Core i7 980X

Esta semana Intel lanzó Gulftown, su procesador de seis núcleos y 12 threads. CHW asistió a una demostración y tuvo la posibilidad de meterle mano.

Entrada: Intel Westmere

Esta semana FiTo y su servidor   asistimos a un evento en las oficinas de Intel en Santiago de Chile en donde, junto a distintos medios de prensa, la agencia de medios Burston Marsteller y por supuesto el personal de Intel Cono Sur,  asistimos a una presentación doble.

En primer lugar, el evento se trató sobre la familia Westmere, la evolución de 32nm de Nehalem que además incorpora el chip gráfico en el mismo sustrato de silicio en donde va el procesador, además de todas las funciones que antes iban en el Northbridge de la placa madre como el controlador de memoria. En otras palabras es un procesador con triple personalidad y bastante prometedor por cierto. Esta familia se compone de la rama portátil Arrandale y la rama desktop Clarkdale y sus nombres comerciales son Core i5, Core i3 y Pentium.

La idea de Intel es prescindir por completo de las marcas Core 2 Duo y Core 2 Quad, quedándose con las antes mencionadas más la gama superior Core i7  y la inferior Celeron. En la imagen siguiente se aprecia más o menos lo que ellos consideran es la equivalencia entre los modelos salientes y los entrantes.

La generación Westmere trae varias ventajas en comparación con la generación Penryn de 45nm. Primero, estos procesadores tienen un atributo llamado Turbo Boost, es decir son capaces de aumentar su frecuencia cuando detectan que uno de los núcleos no está siendo requerido. Esto no es propiamente overclock porque, primero, no lo hace el usuario sino que es prerrogativa del CPU y, segundo, porque se preserva la disipación térmica. La idea es aplicarlo solamente cuando un núcleo está ocioso, de manera que bajo ninguna configuración se supere el TDP nominal. Los saltos de frecuencia ya existían pero  en realidad ofrecían solamente dos configuraciones posibles.  Ahora  cualquiera de los dos núcleos puede asumir distintos peldaños de frecuencia que van desde cero a 266Mhz por encima de lo estándar.

Segundo, el Smart Caché, que acelera la velocidad a la cual el procesador puede intercambiar datos hacia y desde el caché, y además permite que cualquiera de los núcleos ocupe la totalidad del caché, algo que antes sencillamente no se podía.

En tercer y cuarto lugar, hay dos prestaciones que debieran constituir un importante atractivo para el público corporativo. Primero, el soporte AES NI para desencriptación por hardware, algu que acelera en grado sumo la decodificación de discos encriptados como suelen usarse por ejemplo en los computadores portátiles de altos ejecutivos de compañías tecnológicas. En segundo lugar, estos procesadores soportan KVM por hardware. ¿Cómo es eso? Bueno, una manera de explicarlo sería decir que el conjunto procesador-northbridge-video en vez de sacar el video al monitor, y el teclado y mouse hacia los periféricos, pueden mandar ese trio por la red para que alguien de soporte tome control del equipo. Esto es muchísimo más rápido que usar el escritorio remoto por software, pero la tecnología que hay detrás no se distancia mucho: es el protocolo VNC.

En quinto lugar, la tecnología Hyperthreading hace su regreso triunfal. Fue un invento que conocimos originalmente en la generación Presscott del Pentium 4, e Intel tímidamente ensayó su regreso con los Atom y Nehalem. Al parecer les gustó el resultado y ahora vuelve a los procesadores de escritorio. Como sabrán, el Hyperthreading permite que cada núcleo atienda dos hilos simultáneamente. La razón detrás de esto es que el común de las tareas no exigen el 100% del procesador, por lo que un núcleo tiene potencia de sobra para hacer dos cosas al mismo tiempo.

Finalmente, la generación Westmere  tiene mejor rendimiento gráfico. Se llama Intel Graphics Media Accelerator HD, y es compatible con DirectX 10 y OpenGL 2.1. Al igual que hace el procesador con la característica Turbo Boost, el adaptador gráfico es capaz de aumentar su frecuencia en 266Mhz llegando a 766Mhz en total. Gracias a todas estas características, es posible jugar algunos juegos con el video integrado de Intel. No con alta calidad ni con un derroche de frames por segundo pero hey, incluso eso era  imposible hacer con el antiguo Intel GMA

En la demostración pudimos ver dos notebooks corriendo Cinebench R10. Por un lado, un Core i5 de 2.53Ghz de núcleo Arrandale -a la izquierda- compitiendo contra un Core 2 Duo T9600 de 2.8Ghz de núcleo Penryn (en rigor, un T9400 overclockeado) -a la derecha, doh!- ¿Quieren saber cómo terminó ese pleito?

De todos modos, pese a que fue interesante escuchar la presentación de boca de Intel, estos procesadores fueron lanzados en enero, en el marco de CES y para el mismo lanzamiento les ofrecimos nuestro análisis del Core i5 661. Léanlo para saber concretamente cómo rinde ese procesador en comparación a un Core 2 Duo E8500.

El plato de Fondo: Intel Gulftown

El Gulftown o Westmere EP viene siendo la estrella de la generación Westmere. Es un procesador de seis núcleos por lo que comúnmente se habla de él como “Hexacore”. Está fabricado en 32nm y posee 12MB de caché L3 que, gracias al Smart Caché, pueden ser acaparados por un solo núcleo si fuese necesario. Existirá en versiones para escritorio bajo la marca Core i7 y para servidores bajo la marca Xeon. El primer modelo disponible, que de paso ya está en los laboratorios de CHW, es el Core i7 980X de 3.33 Mhz. Los modelos Xeon se llamarán Xeon  X36xx pra el modelo monoprocesador y Xeon   X56xx para el modelo dual. Según nos dijo Intel, no tienen planes de tener un Gulftown en la familia Xeon MP, que usualmente pueden funcionar en plataformas de cuatro sockets. Que lastima, una plataforma de 24 núcleos y 48 hilos hubiera sido la hostia.

Además de las versiones desktop y server hay una versión para notebooks. No, en serio, pero vale la pena mencionar que no es de Intel. De hecho Intel no lo sabía. Cuando les contamos que la empresa Eurocom había mostrado un “portátil” de 5 kilos y medio equipado con el Core i7 980X no pudieron reprimir la risa.

En fin, la máquina destinada a ser la estrella de la jornada estaba alojada en un gabinete Saikano, que no es la serie de animación japonesa sino una marca argentina que fabrica en china pero ensambla allende los Andes. Debo decir que me impresionó gratamente la calidad de la construcción.

La plataforma permitía apreciar además el nuevo disipador y una tarjeta de video NVIDIA Geforce GT260.

Aquí vemos el mentado disipador. Es ampliamente superior a las soluciones de refrigeración a las que Intel nos tenía acostumbrados. Un disipador de aluminio, base y heatpipes de cobre, un controlador de velocidad para un funcionamiento silencioso y, en conjunto, un aparato que rivaliza con los mejores disipadores comerciales.

Como se imaginarán, estos eventos de prensa distan mucho de lo que estamos acostumbrados a experimentar cuando probamos los procesadores en nuestros laboratorios, básicamente porque nadie se mete a hacerle sintonía fina ni repite los benchmarks 12 veces ni se debaten temas de microarquitectura al hueso.

Afortunadamente pudimos correr Cinebench, lo cual nos acomoda sobremanera porque es un benchmark que usamos regularmente en nuestros análisis. En esta prueba, el Core i7 980X sacó a relucir sus 12 threads renderizando la imagen de la moto en pocos segundos. El puntaje final fue de nada menos que 21597 puntos y eso es bastante llamativo, considerando que un Phenom II X4 965 saca unos 11.000 puntos,  y el Core i7 Extreme 965 unos 15.000.

Al correr en un solo thread, el Gulftown obtiene 4032 puntos, más que nada gracias a que la tecnología TurboBoost detectó que sólo se estaba usando un núcleo por lo que procedió a aumentar su frecuencia en 266 Mhz.

Pese a que en tareas muy ligeras el hecho de tener 12 hilos debe constituir una enorme ventaja respecto a cualquier procesador de cuatro núcleos, lo cierto es que en un benchmark demandante como Cinebench R10 el Gulftown no fue tres veces superior al Nehalem 965 de cuatro núcleos y ocho hilos. Ni siquiera fue una vez y media superior a aquel, por lo que la escalada de rendimiento dista mucho de ser lineal tanto en núcleos como en hilos.

De todos modos, imagino que usando un servidor equipado con Gulftown como webserver, por ejemplo, se podría atender un volumen de tráfico groseramente superior a lo que atiende, por ejemplo, un Xeon de 4 núcleos como el que estamos usando ahora en nuestra máquina de front. Quien sabe si en algunas semanas los grandes proveedores de soluciones de alojamiento web se animen a incorporar este modelito en su parrilla de servidores y lo terminemos usando no solamente FiTo y yo, sino todos nuestros lectores.

Agradecemos la invitación de Intel que además de información interesante y la fascinante oportunidad de jugar con el Gulftown, incluyó un catering de primer nivel. Eso siempre se agradece.

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