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En la especie, se trata de un sensor CMOS de 1:2,3 pulgadas de 10MP, con el que las imágenes capturadas en condiciones lumínicas adversas se ven más definidas y con mucho menor ruido, algo que es muy notorio a la hora de tomar fotografías de noche con cámaras de sensor pequeño como ésta.
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En cuanto al procesador de imágenes, nuevamente se ha optado por Expeed, también dispone de un zoom óptico de 26 aumentos (26-678mm equivalente a 35mm) estabilizado, puede disparar hasta 10 imágenes por segundo a máxima resolución y 120 si ésta es sacrificada; puede trabajar con imágenes en RAW, dispone de modos manuales y una generosa pantalla de 3 pulgadas.
A su vez, también puede grabar vídeos a 1080p a 30 fps durante hasta 120 minutos, aunque siempre está la limitante de la capacidad de la tarjeta de memoria. En cuanto a su precio, bordeará los USD$400, nada mal para la primera cámara de Nikon en incorporar sensores retroiluminados.