Videojuegos

Las crónicas de ALX: Quejándose de llenos

En esta, mi semana de vacaciones, los dejo con algunos de los artículos que publiqué en www.televitos.com, un sitio chileno de series de TV, películas y videojuegos (pero con un perfil mucho más casual) que gentilmente nos prestó contenido que fue publicado originalmente allí.  Son mis vacaciones, pero no se librarán de mí…Mwahahahahaha!

A veces siento que –figurativamente hablando– muchos jugadores de esta generación se quejan demasiado.  No me malentiendan, no es una ofensa, pero la verdad en esas quejas se nota que llevan poco en esto.  Creen que los gráficos de un Super Nintendo son intragables y que la abundancia de pixeles en los títulos de Playstation I es vergonzosa.  Creen que todo lo viejo es feo…

Bueno…Érase una vez Chile en la segunda mitad de los 80’s.  VHS’s, unos pocos Betamax y una época donde los computadores Atari eran la consola más grossa que había a mano.  Tenían casseteras y los juegos –que venían en simples cassetes de audio y que pesaban entre 14 y 128 kb, menos que el documento que ahora estoy tipeando– eran simples, toscos y muy cortos.  Algunos de ellos tenían unas 4 etapas, para luego empezar de nuevo con la dificultad al doble.  De hecho, fue por este detalle que se acuño el dar vuelta un juego.

Hoy, para muchos es molesta la larga espera durante una pantalla de carga.  Antes era lo mismo, PERO POR 100.  Debías dejar el juego cargando y sus eternos bloques, los que sonaban como un gas de Robocop, que tomaban hasta 30 minutos en cargar. ¡30 minutos para jugar algo más feo de lo que hoy es el juego de un celular promedio!  Por mientras salías, ibas a jugar a la calle, veías tele, lo que fuese para matar la larga espera para, al volver, darte cuenta que en la mitad apareció “ERROR: retroceda 5 espacios y pulse start”…y a la espera de nuevo…

Estas torturas templarías era evitables si tenías la suerte y el dinero.  Quienes eran muy cool, tenían una cassetera Inyector, con una “revolucionaria” tecnología de acceso de datos que era ¡2,5 veces más rápida! (es decir, en lugar de esperar 30 minutos, esperabas 12. ¡INCREIBLE!).  Finalmente, si ahora es tener una consola conectada a una TV LCD de 200 mil pulgadas, en esos tiempos era tener juegos en diskette o en cartuchos.  Ahí si que eras ídolo. Y todo esto era sólo para que superar ágilmente el proceso de carga de los juegos; títulos que ofrecían una limitada y encantadora sencillez debido a la tecnología de esos días.

Muchos de esos clásicos merecen su sitio en la historia.  Muchos de los que los disfrutamos recordamos con alegría y añoranza títulos como Zybex, River Raid, Montezuma, Henry’s House, Bruce Lee, Hero, Frogger, Draconus, Laser Hawk y muchos más.  Después vino la revolución de Nintendo, con el Nes y el buen Super Mario Bros., una época que está mucho más presente y fresca en la memoria colectiva (y por eso, me la saltaré…:P).

Usted, joven videojueguetril, ¿Habría sido capaz de soportar los incansables ‘peros’ mencionados en este artículo?  Si contesta que no, no lo culpo.  Por eso a veces es bueno hacer historia y ver que no estamos tan mal, que no hay que quejarse tanto.  En esos días la tecnología era limitadísima, mucho más lejana al bolsillo promedio de hoy (si, aún mucho más).  No había fechas de lanzamiento, no había un gran número de unidades disponibles, no existía la posibilidad de comprar a lo Amazon algo fuera del país ni toparse fácilmente accesorios de calidad (¡AGUANTE, CONTROLES QUICK SHOT!).  Olvídense de encontrar guías estratégicas, trucos o de guardar sus avances en un disco o memory card.  Lo jugabas, lo dabas vuelta y al apagar el Atari…bueno, hasta la próxima y perdías todo lo logrado.

Ahora todo está a la mano, es más fácil, tan fácil que muchos no valoran lo afortunados que son de vivir en estos días. Hoy, si le das vueltas un poco, tarde o temprano encontrarás la manera de obtener lo que buscas.  Pero antes, ufff…antes todo era más lento, a veces imposible y ponía a prueba realmente tu paciencia y tu tolerancia, fuese para conseguir un juego o para esperar su carga y luego jugarlo.  A veces, cuando trabajaba en una tienda de este ramo, veía como niños lloraban y se quejaban de lo horrible que eran esos juegos viejos o decir “¿como puedes jugar esa mugre llena de pixeles y cuadrados?”.  Muchachos malacostumbrados y cómodos, creyendo que todo son gráficos y una nula espera……..¡JA! Supieran ellos.

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