El inglés Paul Chambers tenía agendado un viaje a Irlanda para el 15 de enero, por lo que se preocupó cuando, el 6 del mismo mes, se enteró de que el Robin Hood Airport, que atiende a las ciudades de Doncaster y Sheffield, estaba cerrado por la intensa nevazón. Su manera de expresar tal preocupación fue publicar un tweet que decía, más o menos:
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Tienen una semana y fracción para arreglar sus problemas o voy a volar el aeropuerto hasta los cielos
Una semana después la policía tocó a su puerta y se lo llevó preso por violar la Terrorist Act , para darle a probar un rico jarabe de palos y un interrogatorio de 7 horas. Para colmo de males, cuando salió bajo fianza se enteró de que estaba suspendido en su trabajo a la espera de un sumario interno, y que además había sido vetado de por vida en el mentado aeropuerto.
Aunque en los Estados Unidos se ha vuelto casi común que una broma en internet te cueste la cárcel, es primera vez que pasa lo propio en Europa, claro que algunos dicen que el Reino Unido es sólo un portaaviones gringo más grande que el promedio.
Paul Chambers con traje a rayas
Menos mal que no estamos en el Reino Unido ni en los Estados Unidos, porque si no sería muy peligroso decir: “comí porotos granados, ahora llevo una bomba atómica en las tripas”.
Link: Twitter joke led to Terror Act arrest and airport life ban (The Independent)