Destacados

Acer Aspire Timeline 5810TZ [FW Labs]

Ni tontos ni perezosos, ya les tenemos una revisión de primera mano sobre el primero de los representantes de los Timeline, el Aspire 5810TZ, en el que revisamos hasta su último detalle y analizamos el futuro de esta nueva tendencia, especialmente su comparación con los ya existentes Atom y Core 2 Duo

El Equipo – Acer Aspire Timeline 5810TZ

El modelo que tenemos entre manos llegó a nuestros laboratorios en una caja común y silvestre, pero con una vistosa cubierta que le da puntos extra en diseño.

Como pueden ver, existirán tres versiones de los Timeline, de 13,3, 14, y 15,6 pulgadas. La que tenemos para revisión corresponde a esta última. Cabe mencionar desde ya que todos estos notebooks tendrán pantallas en relación de aspecto 16:9, un detalle que veremos con calma en breve.

Finalmente, la caja nos anticipa alguna de las bondades que promete Acer con este portátil: Batería de 8 horas, diseño ultradelgado con grosor de menos de una pulgada (2,5 centímetros), teclado amortiguado, pantalla LCD retroiluminada por LEDs y conectividad 3G (WAN) son los más notables.

El cargador incluido con el Timeline tiene una potencia de 65 vatios y un tamaño relativamente pequeño comparado con otros que nos ha tocado ver hasta ahora.

El típico conjunto de manuales, papeles, garantías y ofertas que viene con la mayoría de los notebooks no se hace olvidar con este modelo.

Finalmente tenemos la batería, con una capacidad de 5800 mAh y un voltaje de operación de 10,8 V, valores relativamente comunes en portátiles actuales, por lo que el secreto de la autonomía de los Timeline tiene que estar en otra parte.

Llegando por fin a nuestro sujeto de pruebas, el Aspire 5810TZ opta por un aire muy sobrio, algo que queda más que claro al ver su cubierta de plástico gris, interrumpido solamente por el logotipo de Acer y la franja superior, que trabaja como antena para mejorar la cobertura de la señal WiFi del equipo.

La vista trasera sólo nos muestra que la batería no resalta por la parte posterior del equipo.

Mirado por debajo, el Timeline sólo muestra lo fácil que resulta acceder a sus componentes más simples, como la memoria RAM. Fuera de estas observaciones, sólo cabe notar que la batería tampoco sobresale por este lado.

Frontalmente, el Timeline sólo nos muestra su luz indicadora de encendido (innecesariamente grande) y su lector de tarjetas SD / MMC / MS / xD, además de un fugaz aperitivo de su delgadez extrema.

El lado derecho alberga la unidad óptica, un puerto USB, el puerto de red y el punto de contacto eléctrico

En su parte posterior sólo encontramos la batería que vimos anteriormente

Finalmente, en su lado izquierdo nos topamos con su seguro Kensington, puerto USB, rejilla de ventilación, salida de video VGA, puerto HDMI, otro par de puertos USB y las conexiones para entrada / salida de audio (incluyendo S/PDIF).

Abriendo el notebook por primera vez nos topamos con algunas sorpresas. Primero tenemos una pantalla de 15,6 pulgadas con acabado de espejo y en relación 16:9, que veremos en seguida, y bajo ella un teclado que se puede dar el lujo de poseer una sección dedicada para el pad numérico gracias al ancho extra que le otorga la pantalla, todo esto sin sacrificar el tamaño de las teclas.

Además, la posición del touchpad es bastante interesante pues está muy lejos del centro del equipo, y si bien esto parece molesto a primera vista, cabe recordar que la mayoría del tiempo estaremos trabajando en la parte “alfabética” del teclado, dejándolo en una posición natural para estos casos.

El resto de los interiores son tan clásicos como el exterior, con plásticos grises dominando la apariencia global del equipo.

Acercándonos un poco más a su pantalla, el Timeline deja a plena vista su acabado glossy (que delató a nuestra cámara) y relación 16:9. Hasta ahora, las pantallas widescreen de monitores y notebooks utilizaban (y lo siguen haciendo) la llamada relación 16:10 (16 unidades de ancho por 10 de alto), mientras que las 16:9 quedaban reservadas para los televisores LCD y plasma. Como la necesidad de ver contenido en HD pensado para televisores se fue haciendo cada vez más grande, estos nuevos paneles empezaron a aparecer hace relativamente poco con resoluciones del tipo 720p (1366×768) y 1080p (1920×1080), que nos recuerdan más a televisores que a computadores. De cualquier forma, estos monitores sacrifican altura a favor de un poco más de ancho, aunque a un nivel difícil de percibir.

En particular, la pantalla del Timeline está retroiluminada por LEDs en vez de los tradicionales cátodos fríos, esto le permite ser más delgada y alcanzar mayores brillos que su contraparte, aunque esto no necesariamente signifique obtener mejores colores (algo que comprobaremos en breve).

Para efectos de comparación colocamos el Timeline (con pantalla de 15,6”) al lado de un equipo “convencional” con pantalla de 15,4”, y de inmediato se puede ver como el Aspire parece más bajo y ancho que el Ferrari 4005 con el que fue comparado.

Bajando la mirada hacia el teclado del Timeline notamos que, además de su pad numérico, tiene un estilo bastante inusual, un punto medio entre los teclados convencionales y los de tipo “chicklet” que se dejan ver en los VAIO C, MacBooks Pro de nueva generación y similares. Sin importar cual sea el caso, el teclado es bastante cómodo para navegar con la mano, pero inicialmente tendemos a olvidar la existencia del pad numérico y empezamos a buscar la tecla Enter (por ejemplo) al borde del notebook, aunque esto no pasa de ser por falta de entrenamiento y en pocas horas de uso nos acostumbramos al sistema.

Las teclas tienden a ser demasiado mullidas para nuestros gustos, y no poseen ese “click” que tanto les gusta a los dueños de notebooks IBM / Thinkpad, pero quienes gusten de este sistema serán beneficiados con un sonido casi imperceptible de tipeo. Finalmente, sólo debemos halagar la disposición de teclas, cada una en una posición razonable, salvo por las flechas direccionales, demasiado pequeñas como para ser cómodas.

Un acercamiento al pad numérico nos da algo más de detalle del inusual estilo de estas teclas que acabamos de discutir.

Continuando por nuestro tour del Timeline nos topamos con su touchpad multitáctil, aunque sólo dispone de tres gestos (zoom, siguiente / anterior y “giro de avance”) y con un poco de práctica se aprende bastante rápido a usarlos y resultan bastante útiles. Finalmente sólo notamos su único botón que cumple las funciones de click izquiero y derecho dependiendo de sobre qué lado apoyemos el dedo, un sistema que nunca me terminó de convencer pero que no presenta inconvenientes.

En la esquina sólo notamos un par de pegatinas sin mucha importancia y que insisten con la creencia de los fabricantes de que la velocidad de sus equipos es proporcional a la cantidad de cosas que peguen encima de ellos.

Arriba de estos últimos nos topamos con uno de los nuevos logotipos de Intel para sus procesadores, que en este caso corresponde a un simple “Pentium” que veremos en detalle más adelante, pero que no debe ser confundido con la oscura época en que trataban de vender notebooks con chips Pentium 4 dentro .

En la corrida inmediatamente superior al teclado nos topamos con el botón de encendido del equipo (que se ilumina de un color blanco perlado muy elegante) y con uno de sus parlantes, que nos sorprendieron con su calidad con respecto a otros notebooks que hemos tenido la desgracia de escuchar en el pasado.

En el extremo opuesto, el botón de eyección de la unidad óptica y los botones para controlar la señal inalámbrica, gatillar un sistema de respaldo propio de Acer, activar o desactivar su “modo de bajo consumo” y el indicador de uso del disco duro, además del segundo parlante del Timeline.

Finalmente sólo hacemos una escala rápida en las especificaciones preliminares que nos da Acer, que incluyen un procesador Pentium SU2700 (1,3 GHz), 3 GB de RAM DDR3 y 320 GB de disco duro, entre otros números menos importantes. La cantidad de RAM, y especialmente el ser de tipo DDR3, le dan a este equipo un valor agregado muy importante, especialmente pues no es de gama alta, y el generoso disco duro también es bien agradecido.

¿Qué tan delgados son los Timeline?

Uno de los grandes puntos de venta de los Timeline es su extrema delgadez, una tendencia que ha ido ganando fuerza desde el lanzamiento del MacBook Air y que espera ser una alternativa tan popular como están siendo los netbooks, pero apuntando a un público distinto. El Aspire 5810TZ es especial en este sentido, pues a pesar de todo tiene una pantalla de dimensiones altas para la tendencia de hoy en día de notebooks de 13 ó 14 pulgadas, lo que nos hace cuestionarnos acerca de qué clase de persona necesita un equipo extremadamente delgado pero difícil de maniobrar, y si el MacBook Air fue criticado en su momento por no tener un objetivo claro, el Timeline que tenemos entre manos peca aún más en este sentido al ser aún más grande.

De cualquier forma, es bueno comparar las dimensiones del Timeline para darnos una idea de su apariencia en el mundo real:

Comparado con un MSI Wind, el Acer prueba ser ligeramente más delgado, especialmente al considerar que el netbook no está usando su batería de 6 celdas, que lo hace considerablemente más grueso.

Comparado con un Acer Ferrari 4005 (que ya tiene sus años) nuevamente el Timeline hace valer su delgadez extrema

Finalmente, frente a un Dell Studio XPS 1340 el Aspire demuestra ser ostensiblemente más delgado incluso comparado con notebooks recientes.

Pruebas de Potencia

Para entender qué tiene de especial el Aspire Timeline tenemos que indagar algo más acerca de Intel CULV, la nueva plataforma propuesta por Intel para equipos de tamaño estándar pero de bajo consumo, para lo cual tenemos que tomar una rápida clase de historia.

Antes de que aparecieran los netbooks a tomarse el mercado, el nicho de los subnotebooks era un área extremadamente exclusiva (piensen en los Sony VAIO Z) que utilizaba versiones de ultra bajo voltaje (ULV) de los procesadores “estándar” de Intel, así nacieron modelos como los Core 2 Solo, chips derivados de los Core 2 Duo normales pero con un consumo mucho menor, pero que se conseguía a costa de una fuerte reducción en sus frecuencias de operación (hasta 1 – 1,5 GHz) y sacrificando un núcleo, por lo que estos procesadores eran single-core.

Después apareció Atom, una arquitectura totalmente nueva diseñada desde cero pensando en el bajo consumo y con poca relación con los Core 2 Duo tradicionales, y que si bien alcanzan frecuencias algo más altas (1,6 GHz) con una disipación bajísima (2,5 varios) y un precio de venta igualmente bajo, su desempeño es simplemente paupérrimo para estándares actuales, pero que a costa de su bajo costo fue haciéndose terreno hasta posicionarse donde está hoy.

Finalmente tenemos la última jugada de Intel, el anuncio de CULV (Consumer ULV), una serie de procesadores bajo la resucitada marca Pentium con un consumo bajo (pero no tan bajo como los Atom) y basados en los Core 2 Duo. Y si esto les suena familiar, es porque justamente los “nuevos” CULV parecen ser iguales a los antiguos ULV luego de algo de maquillaje, lo que no es para nada malo, especialmente si prueban tener un desempeño razonable.

Para comprobar esto, basta con ver que el presunto Pentium SU2700 dentro del Aspire Timeline es reconocido como algo completamente distinto por el programa de detección de procesadores por excelencia, CPU-Z:

Seguramente el programa que utilizamos aún no detecta con precisión que se trata de uno de los nuevos Pentium, pero sí nos dice que se trata de un pariente extremadamente cercano de los Core 2 Duo más recientes, salvo por su frecuencia (1.300 MHz) y el sólo tener un núcleo.

Explorando el desempeño de los “nuevos” Intel CULV


La mescolanza de Core 2 Duo, Atom y CULV que Intel está armando puede confundir a cualquiera, especialmente si queremos saber donde están parados uno respecto al otro en términos de desempeño y consumo energético, y como guinda de la torta, los Atom bien pueden correr a una frecuencia mayor que los CULV actuales, pero esto no significa que sean más rápidos.

Para contestar todas estas dudas de una sola vez con números concretos aprovecharemos al Timeline que tenemos disponible para hacer una prueba cara a cara entre las tres plataformas. Para esto usaremos otros dos equipos, que si bien tienen características bastante distintas entre sí, por lo menos son representantes fieles de sus nichos y nos darán resultados consistentes para sus respectivos campos.

Primero, tomaremos un notebook convencional, que en este caso corresponde a un Dell Studio XPS 1340. Luego usaremos un netbook promedio, el MSI Wind U100X que revisamos hace bastante tiempo, y finalmente agregaremos el Aspire Timeline a la ecuación. Como no disponemos de mucho tiempo para hacer las pruebas optamos por la más representativa de todas, PCMark Vantage sobre Windows Vista, pero antes los dejamos con las especificaciones técnicas de cada uno de los contendientes:

Finalmente, los dejamos con los resultados de la prueba:

Los resultados demuestran en cada uno de los casos como la plataforma CULV de Intel supera ampliamente a todo lo que Atom tiene para ofrecer, en algunos casos llegando a duplicar su rendimiento, mientras que los resultados con el Core 2 Duo nos dan la referencia de la potencia que tiene un notebook reciente y dejan en claro que tanto Atom como CULV están muy atrás en rendimiento puro. De cualquier forma, el Pentium SU9400 del Timeline tuvo un comportamiento admirable, y si el Atom nunca nos dejó de dar inseguridades durante su uso, el Pentium tuvo un comportamiento más que confiable para tareas de ofimática e Internet, incluyendo aquellas que involucraban plugins pesados como flash.

Lamentablemente el Timeline no salió inmune a la batería de pruebas, y en más de una ocasión el equipo en ciertas situaciones empezaba a ralentizarse hasta el punto de hacer imposible su uso para finalmente congelarse por completo, obligando su apagado “a la antigua”. Dado el poco tiempo que tuvimos disponible con este equipo no logramos determinar si se trataba de un problema de configuración del sistema operativo o (lo que sería muy grave), un problema con la plataforma como un todo.

Llevando la autonomía al siguiente nivel

La segunda carta bajo la manga de Aspire 5810TZ es su sorprendente autonomía, que según Acer llega hasta las 8 horas en uso ligero, y en nuestras pruebas reales notamos en primer lugar como el notebook activaba automáticamente su “modo especial” de ahorro, que además de reducir la frecuencia del procesador, el brillo de la pantalla, entre otros, también desconectó la energía de la unidad óptica, todo para optimizar su funcionamiento hasta el último nivel.

Trabajando con el nivel de brillo al mínimo (más que suficiente gracias a su iluminación LED), WiFi encendido y trabajo ligero trabajamos 5 horas en el Timeline hasta que simplemente se nos hizo demasiado tarde, y Vista aún registraba 3 horas de batería restantes, así que concluimos que los números de Acer son de fiar, y son definitivamente sorprendentes, pues usando una batería convencional sin mayores pretensiones logramos una autonomía que supera con creces todo lo que hemos visto hasta ahora.

Pantalla LED: Solución no definitiva

Las pantallas LED lentamente se están haciendo lugar en el mercado de notebooks prometiendo mejores brillos, colores más vívidos, menores consumos, etcétera, pero hasta ahora los resultados que hemos visto no nos dan resultados alentadores, y sólo hemos alabado sus altos brillos, ideales para ambientes con mucha luz. Como su reviewer de ocasión también trabaja de revisor de monitores de CHW, también le echamos un vistazo a que tan buena era la pantalla del Aspire Timeline:

Con un rango cromático paupérrimo, temperaturas frías y errores cromáticos fuera de la escala, la pantalla del Aspire 5810TZ sólo se puede enorgullecer de ofrecer un brillo máximo altísimo que incluso supera a varios monitores LCD normales.

Conclusión

En esta revisión hemos visto un exponente sumamente interesante acerca de la nueva generación de notebooks que se nos avecinan, y si en su momento la idea era disminuir su tamaño a costa de un impacto altísimo en rendimiento, ahora las apuestas van hacia diseños delgados y ligeros manteniendo un tamaño de pantalla útil para trabajar y sin perder tanto desempeño en el camino.

Hablando puntualmente del Aspire 5810TZ, el notebook resultó ser una combinación extraña de factores, entre las que contamos una pantalla más grande que el promedio, una delgadez extrema y una autonomía sorprendente, aunque aún tenemos nuestras dudas acerca de quién es el público objetivo, que es más difuso ahora que hay que hacerse lugar entre notebooks, netbooks y cualquier otra cosa entremedio, dándole más opciones a los consumidores pero confundiéndolos al mismo tiempo, obligándolos a definir sus expectativas por completo antes de lanzarse a la compra de un equipo.

Sea cual sea el caso, la plataforma CULV está probando ser tremendamente eficiente, superando a los Atom incluso a menor frecuencia, con una autonomía superior y un chipset mucho más capaz, sin empezar a considerar el hecho que son bastante más baratos que los Core 2 ULV de su época, por lo que su masificación parece ser cosa de tiempo, y sólo esperamos empezar a ver equipos de 13,3” o menos con esta clase de características, pues entonces sí que existirá un nicho de gente incapaz de aguantar las limitaciones de un netbook pero que de todas formas anda en búsqueda de portabilidad y autonomía. Hasta entonces, el 5810TZ es un buen aperitivo de las cosas que se vienen a futuro.

Precio estimado: CLP$549.900

Lo Imperdible

  1. Diseño ultradelgado
  2. Bajo peso
  3. Autonomía sorprendente
  4. Rendimiento y consumo superiores al Atom

Lo Impresentable

  1. Diseño algo aburrido
  2. Cuelgues esporádicos
  3. Potencia aún limitada
  4. Pantalla de mala calidad
  5. Público objetivo poco claro
Tags

Lo Último


Te recomendamos