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Desmenuzando Windows 7: Barra de Tareas

A continuación podrán leer el primero de una serie de artículos donde iremos destripando cada uno de los distintas funciones – nuevas y mejoradas – que trae la futura versión del sistema operativo de Microsoft: Windows 7.

En el ambiente se siente optimismo, felicidad, deseos y muchos otros adjetivos calificativos positivos que la fallida campaña de marketing de Microsoft no pudo transmitir a su actual alicaído sistema operativo. La cobertura por los medios sorprendentemente amplia hasta tal punto que han existido más revisiones en profundidad sobre el beta de Windows 7 que sobre muchos sistemas operativos ya lanzados al mercado. Si existiese una sola palabra para sintetizar todos los sentimientos que genera este SO, es entusiasmo.

Dado esto, quería también subirme al carro del entusiasmo y escribir un review de Windows 7, algo que pensaba resultaría sencillo, pero resulto siendo más complejo de lo que pensaba por lo que esto se terminaría convirtiendo en una serie de artículos que iré publicando a medida de desmenuzar los cambios que trae Microsoft para la nueva versión de su sistema operativo.

La Barra de Tareas

Como punto de inicio hay que analizar la remozada barra de tareas apodada en un principio por Paul Thurrott (considerado uno de los más grandes expertos en productos Microsoft) como la “Awesome Bar”, (barra asombrosa) copiando el nombre que le había dado Mozilla a la barra de direcciones en su navegador. Sin embargo, a Paul le duró muy poco su romance con dicha barra y entró en el terreno de debatir si su uso era sencillo o fácil. He aquí la nueva barra:

Como se puede ver, la barra incluye tres elementos, el botón de inicio, un administrador de aplicaciones y un área de notificación. Esta nueva barra concentra el grueso de los esfuerzos de Microsoft por remozar su interface de usuario. Lo que resalta a primera vista es la ausencia de botones con texto para representar aplicaciones abiertas, los cuales son reemplazados por iconos con distintos niveles de sombras y colores. Dichos colores y sombras determinan distintos estados de la aplicación que van desde notificaciones de actividad hasta saber si dicha aplicación está abierta.

Aun cuando hay razones para que algunos consideren que esta barra es muy cercana a ser una copia del Dock de OSX, una mirada más profunda revela que esta evolución es bastante lógica para Microsoft. Esto se demuestra de forma muy clara al ver que si se toman tres de las mejoras más notorias agregadas a esta barra en sistemas operativos previos (la barra de inicio rápido de Windows 98, agrupación de aplicaciones de XP y vista previa en miniatura de Vista) y se busca una forma para unificarlas, se obtiene la nueva forma de administrar aplicaciones de Microsoft. Este concepto de agrupar aplicaciones es clave, pues como bien lo definió Ars Technica, las ventanas en Windows representan aplicaciones y las ventanas en OSX representan documentos.

Desde este punto de vista, Microsoft ha simplificado esta parte de la barra de tareas de forma considerable pues múltiples conceptos se fusionan para hacer una interfaz coherente…o por lo menos eso quisieran. Obviamente esto en la práctica no se da por completo excepto con las aplicaciones que han sido diseñadas por Microsoft para Windows 7 (las cuales en estos momentos se reducen al Windows Live Suite y las aplicaciones incluidas en Windows 7).

Un ejemplo muy sencillo de esto es Microsoft Office, cuyo comportamiento es aun más confuso en Windows 7 que en versiones anteriores, todo porque Microsoft no ha estandarizado un conjunto de normas que le permitan decidir si su interface gráfica se va a orientar más hacia los documentos o hacia las aplicaciones. Esto se puede ver claramente con el siguiente ejemplo:

En esta superposición de imágenes, se puede ver claramente el problema que tiene Windows 7 para mostrar el contenido de las hojas de Excel. Esto no es culpa de Windows, sino de Office, pues en este caso, cada documento de Word funciona como una aplicación mientras que cada hoja de Excel está contenida dentro de una sola aplicación. Por ende, si Microsoft quiere mantener la coherencia de la nueva interface, debe tener claro que su nuevo diseño pone énfasis en las aplicaciones por sobre documentos y debe redactar normas de diseño que se promuevan dicha estructura.

Si se mantiene dicha coherencia y el enfoque es sobre las aplicaciones, la siguiente característica de la interface, las” Jump Lists” (atajos para tareas comunes de una aplicación) son bastante lógicas. El botón derecho del mouse es extremadamente útil en Windows pues entrega un listado de acciones asociadas al icono sobre el cual se oprime dicho botón. Las Jump Lists extienden esta funcionalidad a los iconos en la barra de tareas permitiendo realizar acciones comunes con dicha aplicación. Para la muestra, un ejemplo:

Pasando al menú de inicio, se han realizado muy pocos cambios en donde el más relevante es una flecha para indicar acciones que se pueden realizar con las últimas aplicaciones utilizadas. Dichas acciones son las Jump Lists mencionadas anteriormente. Junto con esto, se ha quitado la zona superior de aplicaciones fijas (aun cuando se pueden agregar si se desean) y se ha mejorado el menú para apagar, reiniciar o suspender el equipo.

El último elemento de la barra de tareas es el área de notificación, la cual se ha simplificado para evitar que esta comience a tomar dimensiones inmanejables por la cantidad de aplicaciones que tienen deseos inevitables de estar ahí. Comparemos esta área con la de Windows XP (que es similar en apariencia a la de Vista):

Una primera mirada indica que lo único que ha cambiado es la orientación de la flecha, pero al ver esto en más detalle se puede ver una opción para ordenar dicha área. Al entrar en el menú para ajustar como se ve esta área, Windows 7 presenta cada icono que quiere estar ahí y da la opción para:

• Mostrar el icono y las notificaciones de esta aplicación
• Esconder el icono y las notificaciones de la aplicación
• Solo mostrar las notificaciones.

Con este sutil cambio en la interface por fin se tiene una forma más sencilla de administrar esta convulsionada área de la barra.

Finalmente, si se observa bien al lado izquierdo de la hora y la fecha, se puede notar un pequeño rectángulo. Dicho rectángulo cumple una función bastante simple, la cual es mostrar el escritorio ya sea temporalmente o minimizando las ventanas tal como lo ha hecho el icono “mostrar el escritorio” en el pasado. Esta doble función (la cual la primera se ejecuta con solo poner el puntero del mouse encima de dicho rectángulo y la segunda se ejecuta al hacer click sobre el) es muy útil para una rápida búsqueda de un archivo en el escritorio ó ver la información de algún gadget que se tenga ahí.

Este es el resumen de la nueva barra de tareas por defecto de Windows 7 que intenta resolver las confusiones de las soluciones parche que ha aplicado Microsoft en aras de mejorar la “usabilidad” (como ellos lo definen) de su interface. A mi juicio, creo que es de esas pocas veces en las cuales Microsoft está haciendo un gran esfuerzo por unificar sus criterios de interface de usuario y aun cuando no satisfaga a todos, el resultado es coherente. La anterior apreciación solamente será válida si tanto el gigante de Redmond como las demás empresas de software entienden los conceptos básicos sobre los cuales está construida la interface. Dado el historial que ha existido en cumplir con guías de diseño para Windows este cuestionamiento pone en veremos la utilidad de la barra de tareas.

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