La cosa está que arde en China
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Además de ser el país de origen de Baidu, que es como se llama este buscador, ostenta un 70% de las preferencias frente a un 26% de Google.
El gobierno chino siempre ha sido benevolente y hasta condescendiente con esta empresa que pese a ser china se cotiza en el Nasdaq, y es que para ellos es un campeón que sistemáticamente derrota al invasor occidental personificado por la gran G. Lo malo es que de tan benevolente y condescendiente han permitido que Baidu realice prácticas reñidas con la ética, imparcialidad y transparencia que cabría esperar de un buscador.
Li Changqing es el impulsor de una demanda, amparada bajo la nueva ley antimonopolios de China, que ya cuenta con el apoyo de 50 empresas -y se vienen otras 100- que sostienen haber sido perjudicadas por Baidu.
Sucede que el buscador basa su modelo de negocios en la subasta de ciertos términos clave, de modo que en las búsquedas por esos términos los primeros sitios en salir son los que pagaron por ese privilegio. A diferencia de Google que al menos enmarca los resultados pagados en su propio rectángulo, en Baidu no se sabe cual es cual. Por si eso fuera poco, como no discriminan entre oferentes de pronto es posible que al buscar por el nombre de un medicamento los primeros sitios en salir sean revendedores turbios de medicamentos controlados, mientras que otros sitios legítimos sencillamente no aparecen por que no han pagado por ese derecho.
Asi las cosas, nosotros nos quejamos del abuso de poder de Google y resulta que en todas partes se cuecen habas.
Fuente: Financial Times