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W Labs: Sony Ericsson C902

El invitado al W Labs de hoy es la estrella de la próxima película de James Bond “Quantum of Solace”. El C902.

Debo ser sincero… hace mucho tiempo que no tomaba en mis manos un Sony Ericsson por más de 5 minutos. Mi primer teléfono móvil fue un Ericsson del año de la sopa, y desde ahí nunca pasé un año sin tener uno (sí, me los robaban bastante seguido). Por motivos que más adelante detallaré, mis necesidades hicieron que SE y yo nos separáramos irreconciliablemente.

Pero una tarde, no hace mucho, recibí una cajita roja con una pelotita verde en cuyo costado decía Cybershot. El reencuentro era inevitable, y mi iPhone -celoso- sabía lo que se le avecinaba.

Era el C902. Un teléfono cuatribanda (850, 900, 1800 y 1900) con conectividad EDGE, HSDPA, UMTS (2100) que, según Dicen™, reúne todo lo mejor del mundo móvil y el de la fotografía en un pequeño aparato que se roba las miradas donde quiera que esté.

Al abrir la caja, lo encontré… ahí estaba, mirándome orgulloso y ansioso de que le pusiera un chip y lo comenzara a usar. Estaba reacio, pues siempre he pensado que los reencuentros nunca son buenos y que este no sería la excepción. Al interior de la caja encontré manuales, una M2 de 256MB, el manos libres con su adaptador, un cable USB, muchos más manuales y el cargador.

Las cartas estaban echadas, y solo quedaba darle curso a este W Labs. Respiré profundo, cerré los ojos y lo encendí.

Diseño

Los Sony Ericsson que había tenido en mis manos eran completamente plásticos, lo que me entregaba la imagen de que eran frágiles y poco robustos. Sin embargo, el C902 tiene un cuerpo de metal -aluminio para ser exacto- que entrega esa perfecta relación entre masa y peso. El teléfono se siente pesado, y al apretarlo no cruje como otros modelos, lo que se agradece.

Siendo un Candybar, me agrada que haya que deslizar una parte del teléfono para acceder a la cámara pues la lente y el flash quedan muy bien protegidos. Una vez abierto el compartimento de la cámara, se enciende una serie de luces azules que indican los botones activos para esta función. Muy buena idea, debo decir.

El canto del teléfono tiene tres líneas de color plateado que aportan bastante a lo estético, pero que además entregan un refuerzo en la sensación del grip que tienes al tomar el equipo en tu mano.

El teclado se siente muy bien (ya no me acordaba como se sentía un teléfono con teclas), y aunque al principio pueda ser incómodo de utilizar dada su forma, pasa muy poco tiempo hasta que te acostumbras a clickear de forma precisa. Tiene tres botones laterales, que responden a funciones de cámara y a subir y bajar el volumen cuando estás reproduciendo música o escuchando radio.

La pantalla TFT QVGA es pequeña en comparación con mi teléfono de uso diario (vamos, que cualquiera es más pequeña), pero de una calidad excepcional. Entrega una resolución máxima de 240×320 pixeles. Parece estar hecha de cristal mineral, pero no hay nada que la salve de quedar llena de marcas de dedos luego de un rato de uso. Sobre ella, algo que añoro en mi iPhone… Una cámara de videoconferencias.

La parte trasera también es metálica, y denota uno de los problemas estéticos que podría tener este teléfono con el uso diario… ¡Se raya demasiado fácil para un teléfono de este precio! No pasó ni medio día y, tras darle un uso sumamente cuidadoso, ya tenía un rayón horrible.

El teléfono mide 108.0mm de alto, 49.0mm de ancho x 10.5mm de fondo, pesa 107 gramos y Sony Ericsson lo vende en cuatro colores muy llamativos. Negro, Bronce, Plata y Rojo.

Interfaz

Convengamos lo siguiente: El teléfono podrá ser muy bonito y estar lleno de características increíbles, pero si su interfaz es lenta, inmediatamente le quita importantes puntos a favor. Es que es insufrible presionar un botón y que las cosas no sean instantáneas cuando estás habituado a una buena velocidad de respuesta.

Hace varios años atrás me compré un T300, y a pesar de ser un teléfono muy avanzado en su época, me parecía terrible que yo pulsara un botón y tuviera tiempo de sentarme a tomar un café antes que se ejecutara mi orden… era normal, las cosas eran más lentas en esa época. Mi último Sony Ericsson -un T226- me terminó desesperando porque era igual de lento que el anterior, además no exhibía evolución alguna en la interfaz.

Al tiempo después, mi hermana se compró un W300, y con tristeza vi que más allá de un par de cambios estéticos y una navegación entre menús con más eye-candy, seguía siendo más de lo mismo.

Varios años han pasado, y debo decir que me dio mucha rabia encontrar la misma interfaz de siempre… Claro, quienes sean usuarios fanáticos de la marca podrán decir que eso es bueno, sin embargo me parece un suicidio no introducir cambios significativos cuando otras marcas lo han hecho, al menos, para privilegiar una velocidad de reacción mayor.

La pantalla principal te muestra cosas básicas: La hora, fecha, nivel aproximado de carga de batería, intensidad de la señal y un wallpaper animado muy vistoso. Al acceder al menú veremos 12 apartados distintos donde se encasillan variadas funciones del teléfono, las que puedes seleccionar con el mismo botón menú o con las teclas que se encuentran justo bajo la pantalla.

También puedes predeterminar funciones para llamarlas con el simple toque de un botón. Por ejemplo, puedes acceder a un calendario si pulsas hacia arriba, a la agenda cuando lo haces hacia abajo, etc.

Cuando seleccionas alguna de las opciones del menú, aparecerá una lista con las funciones que ofrece el teléfono, cada una de ellas acompañada por un ícono pequeño. Si la letra es muy chica, siempre podrás configurar que el tamaño de la letra sea un poco más grande desde “opciones”.

Multimedia

La forma en que accedemos a nuestros archivos multimedia es tan importante como la información en si misma. Por eso, Sony Ericsson implementó un menú especial muy similar al que ofrecen otros aparatos como la PS3, la PSP y los LCD Bravia. En él, podemos navegar entre nuestros archivos de forma muy intuitiva con toda la precisión de su botón de navegación.

El teléfono en verdad se luce. Más allá del manejo de imágenes con su cámara, destacan un reproductor de música básico con soporte para carátulas de álbum, reproducción de MP3 y AAC y ecualización con Mega Bass™. Además, se agradece de sobremanera que tenga un receptor de radio FM -ya lo sabremos los dueños de iPhone- con RDS; o sea, ese sistema que te indica over-the-air el nombre de la emisora que sintonizamos y la canción que estamos escuchando.

En estas lides, destaca la calidad del sonido que entregan los auriculares-manos libres que incluye el C902, aunque si la idea es compartir la música que escuchamos, podemos usar el altavoz incorporado, que ofrece una excelente calidad y un volumen más que adecuado para oír nuestras canciones, conversaciones y sonidos varios bajo condiciones de ruido extremas.

Si quieres, puedes utilizar auriculares Bluetooth con tecnología A2DP… son absolutamente compatibles.

Además permite el uso de herramientas de Google -Google Maps incluído- por intermedio de su conexión 3G, un lector de RSS, navegador web, aplicaciones y juegos Java, manejador de correo electrónico y accesos directos a servicios entregados directamente por Sony Ericsson orientados netamente al usuario multimedia: Photo DJ, Music DJ, Video DJ y TrackID.

La cámara es cuento aparte. Si tenemos un teléfono Cybershot, esperamos una cámara de muy buena calidad, que pueda salir airosa bajo circunstancias en las que otras flaquean. El C902 incluye tantas funciones como las de una cámara Sony tradicional, lo que da la confianza de llevar 5MP en tu bolsillo cada día… pero no solo se trata de megapixeles, sino también de autoenfoque, detección de rostros, de zoom digital (de pésima calidad, pero lo tiene), un flash de xenón muy potente (énfasis en el MUY) y BestPic™, una característica que captura 9 imágenes consecutivas desde que presionas el botón de disparo para autoenfocar, permitiéndote conservar la mejor toma y desechar el resto.

Puedes programar la cámara para realizar fotos en distintas condiciones, destacando la opción de hacer macros de lujo. Si hasta puedes mejorar el brillo y el contraste de las fotos que tomaste con poca luz antes de sacarlas del móvil. ¡Yay!

La navegación entre las imágenes guardadas es muy vistosa, muy al estilo iPhone pero sin el factor táctil. Otra cosa que recuerda al iTeléfono es la implementación de acelerómetros que detectan la posición del móvil y encajan las fotografías en la pantalla en forma horizontal o vertical, a voluntad del usuario.

Esta cámara también graba audio y video (¿estás anotando esto, Steve?) a una calidad bastante decente. Para esta función cuenta con un pequeño zoom, estabilizador de imagen y si estás grabando con poca luz, puedes usar el flash de forma fija para ayudarte a capturar de mejor manera tus encuentros amatorios esos momentos irrepetibles en la vida de todo ser humano.

Otro punto a destacar es la duración de su batería… para un equipo con estas características, ese es un tema a tener en cuenta, y el C902 pasa la prueba holgadamente y no solamente por tiempo de vida de la batería, sino que además la carga es realmente rápida y optimizada. Con apenas 40 minutos de carga, logré utilizar todas las funciones del teléfono sin preocupación por un día entero.

De a poco, el equipo comenzaba a gustarme más y más… Tanto, que mi iPhone pasó a quedar guardado en casa sin que yo lo extrañara.

Conclusiones

El C902 me hace pensar en pedir un tenedor para comerme todos mis prejuicios respecto a la marca. Si bien la interfaz es lenta, la multiplicidad de funciones que abarca este teléfono me hacen pensar que no todo se trata de manzanas y ladrillos finlandeses, sino que además hay otras marcas que están haciendo las cosas muy bien. No tendrá una gran pantalla táctil ni un nombre pegajoso que comience con i, pero se agradece que aun existan aparatos que simplifiquen tareas relativamente complejas con acciones tan simples como presionar un botón o deslizar una tapa. 

El teléfono me gustó mucho, y hace que vuelva a creer en Sony Ericsson y la evolución que está teniendo en el tiempo. Tal vez resulta menos vistosa, pero están trabajando con una plataforma sólida y probada. Probablemente, en un mundo donde no existiera el iPhone, el C902 sería ese móvil que me encantaría andar trayendo en el bolsillo.

Con una batería excelente, funciones avanzadas y un diseño matador, el C902 está 100% recomendado (en rojo, porque en los otros colores no se ve tan sexy) si eres un super espía o un usuario en búsqueda de buenas prestaciones a un precio razonable.

Lo imperdible™

– Lejos, las funciones de la cámara.
– La calidad del sonido del auricular, los audífonos y el altavoz.
– La excelente duración de la batería en relación con la cantidad de funciones que el móvil desempeña.

Lo Impresentable™

– La baja calidad en el acabado… no puede rayarse tan fácilmente.
– La ausencia de WiFi o GPS. Ese hubiese sido el factor decisivo para tirar mi iPhone a la basura (nah, la verdad no).
– Saltos y quiebres de imagen cuando se usa la cámara para grabar video.
– Más de algún reinicio súbito que tuve mientras hacía muchas cosas a la vez. Muy incómodo y frustrante.

Precios y Disponibilidad

En Claro, este teléfono puede ser conseguido en modalidad prepago por CLP$259.900, mientras que aparejado a un plan, puedes comprarlo desde CLP$111.900

En Entel PCS no es ofrecido para prepago, pero puedes comprarlo al contado por CLP$285.900, aunque con un plan podrías hacerte de uno desde CLP$150.900 y cuotas de que pagarás según el plazo de tu plan.

Movistar no ofrece este móvil.

De todas maneras, si no quieres amarrarte a ninguno de estos proveedores, podrás conseguir tu terminal libre en GSM Store.

¿Querías más fotos? ¡Tomá!

Links:

C902 en Claro (Claro Chile)
C902 en Entel PCS (Entel PCS)
C902 (Sony Ericsson)

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