A pleno año 2008 las tecnologías de redes inalámbricas, como el popular «WiFi», son algo totalmente común y de uso cotidiano, y con el asenso cada vez mayor de ventas de computadores portátiles en nuestro mercado muchos están optando por adquirir esas pequeñas cajitas con antenas que permiten compartir tu conexión a internet de forma inalámbrica, las cuales conocemos como routers. Ha sido tan popular el fenómeno de los routers que inclúso las compañías proveedoras de internet están ofreciendo planes con router incluído para aquellos que quieran dejar su casa «completamente iluminada». Pero con la masificación de estos aparatos vienen los problemas inherentes a la oferta masiva de un producto, y es que hay muchos que carecen de un buen control de calidad y no son más que copias unos de otros, sin estilo propio, y sin pensar en ser amigables al usuario final.
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De entre todas estas cajitas con antenas de colores grises, con miles de luces verdes que nadie sabe a ciencia cierta que indican (bueno, en realidad sí se sabe pero a nadie le importa), con diseños cuadrados y carentes de características que hagan de su uso y manejo una experiencia grata, surge triunfante uno de los últimos modelos de la serie N de Belkin, el Belkin N Wireless Router, que llega a intentar a mejorar las experiencias nefastas de muchos usuarios con un diseño inspirador, características sólidas, un panel de luces de estado muy especial y facilidad de uso. Pero, ¿De verdad podrá cumplir con las expectativas, o sólo será una caja bonita?