¿Que pasa cuando mezclas al fabricante más famoso de placas madres con el chipset más poderoso de Intel? Una sorprendente placa madre llena de características y que nos genera altas expectativas. Ya veremos si estas últimas se cumplen…
PUBLICIDAD
Desde que el sol es sol, las nubes son nubes, el viento es viento y las tarjetas gráficas cuestan el equivalente a un riñón sano, los fabricantes de placas madres han intentando potenciar sus productos tope de linea enfocándolos en el mercado entusiasta.
Para esto se han aliado a los fabricantes de chipsets – el corazón de la tarjeta madre – para generar nuevo silicio que permita entregar una valor agregado a los entusiastas más empedernidos.
Hay algo claro, los entusiastas más duros son asiduos a los videojuegos e invierten una gran cantidad de dinero en sus tarjetas gráficas. Hoy, con la existencia de sistemas multiGPU como SLI y CrossFire, los fabricantes han decidido separar sus productos en cuanto a estas capacidades. Mientras los chipsets para entusiastas hacen CrossFire o SLI a velocidades reducidas o derechamente no lo hacen, aquellos para el tope de linea son capaces de correr SLI o CrossFire a 16x/16x en PCI-Express 2.0.
Esto que es un cambio menor – sumado a otras pequeñeces – son lo que hacen a estos productos la crème de la crème. Si bien para algunos puede parecer hasta ridiculo la existencia de productos tan elitistas, los hay en todos los rubros y lo que veremos hoy es una placa madre para los usuarios más exigentes que no tienen problema en gastar el dinero pertinente para satisfacer sus placeres.