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Los monitores difícilmente entran en la categoría de “hardware emocionante”, especialmente al compararlos con las agitadas y virulentas guerras que se desatan todos los días en otros nichos. En comparación, los LCD son un mercado que, desde la entrada y evolución inicial de esta tecnología, ha avanzado de forma muy pausada y predecible, principalmente porque el objetivo de “mostrar una imagen” ya está plenamente cumplido con mayor o menor éxito.
Como hemos visto en las últimas semanas, las primeras impresiones son engañosas en este mundo, y este caso no es la excepción, pues algunos modelos de paneles LCD brillan entre las masas con alguna capacidad única y especial, que nos permite darle un giro a nuestro angosto enfoque tradicional.
Este es justamente el caso con el sujeto de pruebas de esta ocasión, el Samsung SyncMaster 220TN, que detrás de su sobrio exterior y mirada pasiva alberga funcionalidades muy excéntricas, que incluyen un procesador x86 hecho y derecho acompañado por un sistema operativo 100% funcional, convirtiendo a este monitor en una herramienta de amplias prestaciones y posibilidades.
Con este enfoque único frente a nosotros, y con nuestra nueva metodología bajo el brazo, tenemos las manos llenas para entrar a la revisión de este curioso monitor.