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Review: Motorola RIZR Z3

Hace algún tiempo llegó a nuestros laboratorios el primer celular de tipo slider de Motorola bajo el nombre de RIZR Z3, también conocido como MotoRIZR Z3, y anunciado como un teléfono capaz de cumplir por completo las funciones de reproductor de música y cámara digital sin dejar el estilo de lado.

En este review revisaremos a fondo las ambiciosas pretensiones de Motorola acerca del primer miembro de la familia RIZR y daremos un veredicto para ver si realmente logra cumplir con su palabra o simplemente trata de hacer de todo, pero en forma mediocre.


Hardware

Primera Mirada

La caja que contiene al RIZR Z3 tiene un estilo muy sobrio y se limita a mostrarnos la estética del celular y tratar de convencernos de la simplicidad y estilo del equipo con su sistema de “deslizamiento suave” y diseño pensado para poder ser usado sin tener que desplegar el teclado numérico.

Una vez abierto nos encontramos cara a cara con el equipo en cuestión, que resalta inmediatamente por una pantalla brillante y que atrae la mirada.

Bajo esta primera capa nos encontramos con todos los accesorios del celular:

  1. Batería BC50 de 750 mAh.
  2. Cubierta posterior del celular.
  3. Tarjeta de memoria microSD de 128 MB (con adaptador a SD convencional).
  4. Cargador (mini USB).
  5. Audífonos con dos pares de almohadillas de repuesto (mini USB).
  6. Cable de conexión USB (mini USB).
  7. Estuche de transporte.
  8. Manuales de inicio rápido (MotoStart) y convencional (MotoManual).

Una mirada rápida a esta lista nos muestra una de las características principales del RIZR Z3: toda su conexión con el “mundo exterior” ocurre a través de un puerto mini USB o en su defecto vía Bluetooth, eliminando los puertos propietarios que aún plagan a Nokia y otras empresas.

El armado es bastante sencillo, basta deslizar nuestra tarjeta SIM en la parte trasera del equipo para luego colocar la batería en posición y la opcional tarjeta de memoria microSD, el poco espacio disponible nos obliga a tener que repetir el proceso en orden inverso para volver a retirar nuestra tarjeta, algo molesto pero aceptable dado que raras veces sacamos la SIM de nuestros celulares.

Una vez armado con lo básico el Z3 tiene un peso que refleja solidez (111 gramos) y su cuerpo de aluminio y plástico con textura de goma es muy agradable al tacto, finalmente su tamaño en forma plegada se ajusta con naturalidad a la mano y su grosor, aunque lejos de las dimensiones anoréxicas del RAZR V3, es muy adecuado, aportando a la solidez del equipo sin llegar a ser incómodo.

En su parte delantera nos encontramos con la clásica insignia de Motorola en su extremo superior y abajo tenemos la pantalla de 1,9” y 176×220 de resolución capaz de mostrar 262.144 colores. Como decíamos antes, la pantalla tiene un acabado reflejante muy atractivo a la vista, lamentablemente también es un imán para las marcas de dedos y si eres algo obsesivo (como su reviewer de ocasión) pasarás bastante tiempo limpiándola tratando de mantener el acabado original.

Un poco más abajo vemos una especie de “protuberancia” plástica que ayuda a apoyar nuestro pulgar al deslizar el equipo, lamentablemente se encuentra casi encima de la susodicha pantalla atractora de manchas, así que probablemente la pasemos a llevar con nuestro dedo al momento de desplegar el teclado numérico.

Luego tenemos los botones básicos de navegación, que se pueden configurar para acceder de forma inmediata a algún menú o aplicación desde la pantalla principal del equipo, más abajo vemos los clásicos controles para acceder al navegador, deshacer acciones, responder llamados o cancelarlos, como siempre este último botón (en rojo) también sirve para prender / apagar el equipo y volver al menú principal si nos perdemos en algún momento. Finalmente tenemos las cuatro flechas direccionales en un pad circular y el botón de selección, que no tienen nada de especial. Todos los botones frontales están hechos de plástico brillante (que también sufrirá con las marcas de grasa) exceptuado el dial de navegación, que es algo más rugoso gracias a una textura de círculos concéntricos.

En el costado izquierdo del Z3 nos encontramos con los controles universales de volumen además de un botón programable, que por defecto activará la grabación de voz, al lado de éste vemos el nombre de la empresa en bajo relieve.

En el lado derecho se ubica el puerto mini USB (tapado por una cubierta de goma rígida) además de un botón dedicado a la función de cámara del celular. Esta posición es muy natural al notar que el Z3 puede tomar fotos en modo panorámico al estar plegado, quedando el botón al alcance de nuestro dedo índice derecho para asemejarse lo más posible a una cámara digital convencional.

Más arriba vemos un botón dedicado al modo de comandos por reconocimiento de voz, adición que me parece algo inútil ante la posibilidad de asignar una segunda función a uno de los botones ya existentes (por ejemplo manteniéndolo apretado por un par de segundos).

La parte superior sólo tiene un par de agujeros para pasar una posible correa y el botón para desprender la cubierta trasera.

Como el puerto mini USB se encarga de todas las comunicaciones, el extremo inferior del equipo no alberga ningún puerto o botón.

Finalmente tenemos la parte trasera, que muestra el parlante del Z3 en su parte inferior además de un distintivo metálico de la compañía muy atractivo. La salida de audio probó tener una intensidad notable sin caer en “tantos” chirridos al forzar el volumen al máximo, aunque como siempre hay que mantener los pies en la tierra y darnos cuenta de que no se pueden esperar milagros de estas soluciones.

Un poco más arriba nos encontramos con uno de los principales puntos de venta de este equipo, su cámara de 2 MP (que no nos asegura nada en calidad de fotografía) cubierta por un plástico de protección y un flash basado en una ampolleta LED de color blanco, que se puede usar de forma continua o en forma de flash tradicional aumentando su potencia por un breve lapso de tiempo. Mi única queja en este apartado es el estilo chillón de las letras que anuncian con bombos y platillos la resolución de la cámara pero que sólo consiguen hacer ver más “barato” el conjunto.

El despliegue del teclado numérico es una experiencia soberbia, el movimiento es firme en ambos sentidos y se puede escuchar un sólido “click” físico al llegar a los extremos, la rigidez del sistema se mantuvo durante todo el periodo de pruebas y el sistema de “rieles” se puede ver en la siguiente fotografía.

El único “pero” de este sistema es algo inherente a todos los dispositivos mecánicos, y en este caso es un ligero juego del panel de la pantalla que no supera el milímetro, pero que de todas formas se siente al presionarla ligeramente por los lados.

En su forma extendida el Z3 deja ver su teclado y las comparaciones con el RAZR V3 son inmediatas: comparten el mismo estilo que se asemeja a una “membrana” con un acabado azul metálico y retroiluminado por luces del mismo color cuando el celular está activo, dándole un toque muy atrayente al verlo de noche. Sin embargo las teclas resultan ser algo pequeñas (incluso para quienes tienen dedos delgados) y, aunque escribir números y letras es sencillo, los juegos que requieren de coordinación y velocidad para apretar botones resultan ser una experiencia incómoda. Al tomar el celular con ambas manos, nos damos cuenta que es algo angosto, y que luego de pasados unos minutos de uso intensivo podríamos terminar con una pequeña molestia en las articulaciones de la mano. El borde sobre la primera corrida de teclas a primera vista parece ser molesto pero no probó ser un inconveniente.

Finalmente la respuesta de las teclas es algo débil, devolviendo la sensación de fragilidad al presionarlas con fuerza indebida e incluso la tecla “3” de nuestro equipo de pruebas emitía ligeros crujidos de vez en cuando.

Autonomía

El tiempo que tuvimos el celular en nuestro poder no nos permitió hacernos una idea sólida de la autonomía de este equipo, pero con un uso tradicional (haciendo y recibiendo llamadas, abriendo programas Java, etc) el Z3 superó ligeramente los dos días apelando a los últimos restos de carga.

Calidad de audio y señal

El nivel de intensidad de la conexión con mi proveedor de servicios (Movistar) nunca desapareció en uso normal, pero siempre estuvo un punto más abajo que mi celular Nokia convencional recorriendo los mismos lugares de la ciudad, lo que nos da una idea general de que el radio de cobertura de este móvil es algo menor que el promedio. Un punto más grave es que la conexión parecía caer del todo al correr aplicaciones Java de forma casi aleatoria y no se pudo encontrar explicación o solución al problema.

El sonido (tanto de entrada como de salida) en las llamadas fue claro y suficientemente nítido como para llevar una conversación cómoda, no hay otras observaciones relevantes.

Software

Antes de entrar de lleno a la parte lógica del equipo, es bueno recordar sus características técnicas más importantes:

Motorola RIZR Z3

  1. Conectividad tetrabanda GSM (850/900/1800/1900), GPRS y EDGE.
  2. Memoria interna de 20 MB (expandible vía tarjetas microSD de hasta 2 GB).
  3. Cámara de 2 MP.
  4. Pantalla de 1,9” (176 x 220 de resolución).
  5. Reproducción de audio en formato MP3 y AAC.
  6. Cámara de 2 MP.
  7. Bluetooth (con A2DP).

Interfaz

Al prender el celular nos damos cuenta de inmediato que la pantalla es muy brillante y nítida además de tener colores vívidos. El menú principal sigue las líneas de todos los celulares de gama media y desde la cual podremos acceder directamente a la cámara o hasta siete otras funciones específicas configurando las teclas de dirección, las de selección y el botón programable del costado izquierdo.

Pasada la primera impresión rápidamente nos decepcionamos al ver la interfaz de usuario del Z3, que a pesar de ser una versión muy renovada de la vista en el RAZR V3 con íconos más llamativos y mejores estilos visuales, aún no se puede despegar del menú “cuadrado” y algo estático criticado en varias ocasiones a sus antecesores y varias de sus imágenes, como la del tarro de basura y el reloj de arena, nos recuerdan a modelos mucho más antiguos. La navegación por los menúes es fluida, con contadas ralentizaciones sin motivo aparente y a pesar de que la disposición de las opciones de configuración no es del todo intuitiva, eventualmente encontraremos lo que buscamos.

En su menú principal nos encontramos con los clásicos ítemes como el Directorio de Contactos, que permite establecer múltiples números telefónicos, correos electrónicos e imágenes de identificación a nuestras entradas además de identificarlos como contactos de negocio, personales o VIP, páginas que se pueden revisar rápidamente apretando las teclas “*” y “#”. El registro de llamadas sigue la misma idea y permite diferenciar al instante entre llamadas recibidas, realizadas y perdidas con estos mismos botones.

Como el Z3 es un equipo pensado para la reproducción de medios, sus opciones de “ofimática” se quedan en lo básico, con una agenda en forma de calendario, alarmas múltiples que se pueden configurar por separado y la típica calculadora.

Reproductor multimedia

Al entrar a la carpeta de archivos multimedia del Z3 nos encontramos simplemente con todos los archivos de imagen, audio y video disponibles en nuestro equipo además de las grabaciones de voz y las opciones de cámara, algo ya tradicional en todos los celulares modernos, pero nada avanzado como para ser considerado un “music phone”. Sin embargo una facultad interesante de este móvil es la capacidad de volver al menú principal sin tener que interrumpir la reproducción de audio y dejando una suerte de control de reproducción en la pantalla principal del celular. Esta facultad nos permite tomar fotografías (aunque con algunos cortes) e incluso abrir aplicaciones Java sin tener que interrumpir la reproducción.

La carta oculta de Motorola para enfrentar las críticas al sistema multimedia viene de la mano de uno de los programas Java incluidos en el Z3 con el nombre de Digital Audio Player, aplicación que efectivamente indexa toda tu librería de música al momento de correrlo y la organiza en autores, discos, género, etcétera para poder accesarla de forma cómoda como en un MP3 Player de buena calidad. El problema con esta solución es que los programas de Java son algo lentos en su ejecución, así que al abrir el programa e indexar tu colección, si le sumas que los movimientos por los menúes es algo lento y que la interfaz es además muy simplista, como se trata de un celular de gama media, el Z3 simplemente no puede correr aplicaciones Java fuera de su entorno, por lo que al querer salir del reproductor tendremos que despedirnos de la música.

Un detalle importante es que el conector de audio del Z3 es el siempre abusado mini USB, por lo que se tendrá que adquirir un adaptador adicional para convertir esta salida en una convencional de 3,5 mm. y poder usar nuestros audífonos favoritos. Los auriculares incluidos con el celular son decentes, aunque con una respuesta de bajos en línea con lo que uno se espera de estos accesorios incluidos.

Finalmente cabe recalcar dos cosas de esta serie de altibajos, la primera es que el Z3 cuenta con el profile A2DP de Bluetooth, permitiéndole el envío de audio de alta calidad a dispositivos como audífonos inalámbricos que soporten esta tecnología. El segundo punto importante es un golpe bajo para los melómanos, pues el Z3 se rehusará a reproducir archivos MP3 con un bitrate superior a los 128 kbps, algo lejos de los 196 kbps que se consideran “óptimo” para el disfrute de la gente con oído sensible. En lo personal sería incapaz de distinguir entre ambas fuentes (y creo que no estoy solo) pero puede ser un punto a considerar para aquellos con más entrenamiento musical.

Cámara fotográfica

Como dijimos en su momento el Z3 dispone de dos modos para su modalidad de cámara, el primero es cuando se encuentra plegado, en cuyo caso la imagen se presenta en modo horizontal (panorámico), mientras que al usarlo en forma extendida la imagen se mostrará verticalemente (retrato). El celular dispone de una cámara con una resolución máxima de 2 MP, puede capturar fotos en calidad “Buena”, “Muy buena” y “Excelente” (según el menú) y además tiene en su poder un flash basado en una ampolleta LED blanca de intensidad notable y que ayuda en tomas a corto alcance (hasta unos 4 metros aproximadamente) pero que le da un tinte azul a los resultados.

Al momento de tomar una fotografía el Z3 dispone de varias opciones más que el promedio de su segmento y podremos establecer un zoom digital de hasta 8x, configurar condiciones de luz (Automático, soleado, nublado, interior casa, interior oficina y noche) y establecer una “Exposición” de entre -2 y +2, controlando la cantidad de luz que entra al sensor. Finalmente tenemos los efectos artísticos de Blanco y negro, Azulado, Rojizo, Verdoso, Negativo y Antiguo que no pasan de ser capas de mala calidad y fácilmente creables a nivel de software en nuestros computadores.

En el primer caso tenemos una fotografía “ideal” (se puede ver en tamaño original haciendo click en ellas), tomada al aire libre y a plena luz del día, los resultados con la máxima calidad disponible fueron aceptables, con un poco de aberraciones púrpuras y definitivamente una falta de nitidez que deja más que claro que 2 MP es demasiado para los minúsculos sensores que incorporan estas cámaras, algo que será más que evidente en la imagen sin la ayuda de luz natural (en versiones con y sin flash)

Capacidades Java

Como tantos otros celulares el RIZR Z3 tiene la capacidad de correr aplicaciones escritas en Java y diseñadas para celulares, estos son los famosos archivos JAR y JAD que almacenan aplicaciones y juegos para pasar los ratos de ocio. Al igual que prácticamente todos los móviles de gama media el Z3 sólo puede manejar este tipo de aplicaciones cuando las corre de forma directa y no en paralelo como lo puede hacer Symbian en sus versiones avanzadas y otros sistemas operativos.

El Z3 viene incluido con dos juegos, BlockBreaker Deluxe, una especie de Arkanoid combinado con elementos de arcade, y Platinum Sudoku, basado en el popular juego numérico. El primero es bastante enviciante y cumple muy bien su tarea de ayudar a pasar el tiempo rápido con los recuerdos de los buenos días del NES, mientras que el segundo puede ser algo aburrido para la gente que disfruta más de la acción inmediata.

En la parte más multimedia nos encontramos con el reproductor Digital Audio Player (del que ya hemos hablado), con HELPMEMOTO, una serie de guías cortas para aprender a ocupar el celular, y MotoID, un programa que supuestamente reconoce canciones siendo reproducidas cerca del celular consultando con un servidor por Internet, servicio que además de ser caro nunca pasó de “conectando con el servidor” en nuestras pruebas.

Conectividad y valor de post-venta

Ya hemos cubierto a cabalidad el hardware y el software del RIZR Z3 y sólo queda hablar acerca de su conectividad con nuestro PC y de “que más” podemos hacer con este equipo.

Para mi sorpresa la caja en la que venía el equipo no contenía ningún CD con alguna suite de programas que permitiera el traspaso fluido de información entre el celular y el equipo, además de la sincronización del calendario y su respectiva agenda (estilo Nokia PC Suite), la página de Motorola no ayudó mucho y sólo pude encontrar un controlador para habilitar el teléfono como un módem USB. Sólo después descubrí que la suite de Motorola “Phone Tools” es un producto que se compra por separado, algo que me parece inaceptable. La transferencia neta de archivos se realiza a través del modo de “tarjeta de memoria” en la configuración por enlace USB del Z3, lo que convierte al equipo en un vulgar medio de almacenamiento flash para transferir canciones, música y lo que quieras a la memoria del móvil, sin ningún tipo de compresión o intermediario que asegure su compatibilidad con el equipo.

De más está decir que la solución es rústica por decir lo menos y nos deja con la gran interrogante de cómo instalar nuevas aplicaciones Java en el Z3, pregunta que hasta hoy trato de responder usando herramientas oficiales gratuitas, lo que nos lleva al siguiente punto de la discusión.

Comunidad y capacidades ocultas

Uno de los puntos que pueden influenciar en mayor medida una decisión de compra son las “capacidades ocultas” que tiene un gadget en cuestión, tema que depende de qué tan grande sea la comunidad detrás del gadget y qué tan “amigable” sea este para permitir modificaciones en su sistema.

Por suerte el RIZR Z3 es pariente algo cercano del popular RAZR V3 y las herramientas altamente trabajadas para el V3 sólo requirieron de pequeñas adiciones para ser compatibles con el nuevo modelo. Estos programas permiten (en nuestro caso) la instalación de nuevas aplicaciones Java, la reestructuración de los menúes de configuración, la alteración de parámetros ocultos, el cambio de las fuentes del texto usado en el sistema y un larguísimo etcétera de posibilidades abiertas gracias al par de programas más conocidos para esta tarea: P2KTools y MotoMidMan.

Este último nos abrió camino a probar una serie de programas en el Z3 y estuvimos gratamente complacidos de ver como casi todas las aplicaciones y juegos pensados para el V3 y otros modelos de Motorola eran compatibles con el RIZR.

La comunidad detrás de este modelo ofreciendo ayuda en el proceso de modding es pequeña, pero lo suficientemente consolidada como para haber desarrollado varias guías para conseguir ciertos objetivos y ya haber trabajado casi todas las dudas en torno a este modelo.

Resumen

El Motorola RIZR Z3 tiene características notables, como su excelente construcción y diseño, pero la interfaz gráfica y teclado heredados de modelos más antiguos le juegan en contra y no logra integrar de manera fluida el sistema de reproducción de audio en su sistema, algo que debería ser primordial dado el enfoque multimedia del equipo.

Lo bueno:

  1. Excelente diseño, cómodo y sólido.
  2. Pantalla brillante y de buena calidad.
  3. Parlante más potente que el promedio.
  4. Cámara decente en condiciones de suficiente luz.
  5. Buen valor agregado al ser compatible con diversas aplicaciones adicionales.

Lo malo:

  1. Diseño fallido como reproductor dedicado de música.
  2. Teclado algo estrecho y de calidad discutible.
  3. Interfaz que aún muestra deficiencias de diseño y usabilidad.

Lo feo:

  1. Una tecla en el equipo de pruebas emite un ligero crujido molesto cada cierto tiempo.
  2. Pésimo soporte oficial de software por parte de Motorola.
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