“No, no, no nos venderán!”
Hace pocos días nos enteramos de que Huawei había llegado a un acuerdo con los accionistas de 3com para adquirir el control de la compañía pagando USD 5.3 por acción, un trato aparentemente justo para un instrumento que se estaba transando a USD 3.68. En total, se pagarían 2.200 millones de dólares entre pitos y flautas.[sup]1[/sup]
Los accionistas, que no dieron su aprobación expresa al acuerdo pero sí lo hicieron tácitamente representados por los directivos de la compañía, estuvieron en silencio y aparentemente, conformes, durante dos semanas, pero pasó que con el correr de los días, las acciones se han valorizado y ya están en 4.86 dólares cada una. En este punto, a los accionistas, ya no les parece tan buena la oferta, y han iniciado una demanda contra el comprador, Huawei, y contra los directivos de la compañía, bajo la premisa de que ambos se concertaron para cerrar un negocio cuyo fin no era beneficiar a los accionistas sino engordar sus bolsillos.
Por un lado, entiendo que los activos de una compañía son más que su mera capitalización bursátil, por lo que el sobreprecio es totalmente justo y va de la mano de factores mucho más complejos y variados que un simple ramillete de acciones. Peeero, por otro lado, venir a alegar ahora, basándose en que ya que la acción subió el sobreprecio ya no es suficiente, es bastante soberbio: la acción no subió por otra razón que la proximidad de la adquisición, una adquisición que debido a esta demanda puede no producirse, con el consiguiente impacto en el precio del instrumento.
Fuente: TechSpot
[SIZE=1][sup]1[/sup] El desglose de los gastos indica que serían 1.100 millones en pitos y 1.100 millones en flautas.[/SIZE]
