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Durmiendo con el enemigo

Lo que para muchos es la formula del éxito, también puede llegar a ser la mayor amenaza. Google, la compañía de Internet más exitosa de la historia del ciberespacio ha basado su compañía en una filosofía de trabajo bastante flexible y esta sin lugar a dudas ha dado resultados, sin embargo – y de acuerdo a la siguiente teoría – esto seria a un arma de doble filo.

 

GooglePlex, el misterioso, entretenido y rentable castillo de Google en Silicon Valley es hoy por hoy la oficina de la gente más inteligente del planeta, los empleados de Google o Googlers. Cada día el departamento de Recursos Humanos del buscador más popular de Internet – y hoy por hoy un imperio en expansión – recibe 1300 resúmenes o currículos profesionales de gente de todo el mundo que tiene solo algo en mente, ser el próximo Noogler (Nuevo Googler).

 

Trabajar en Google es un placer para cualquiera que haya trabajado a lo menos una hora en un trabajo tradicional. La tónica esta regida por comida gratis, – tanta como puedas ingerir – masajes, mesas de pool, clubes de ajedrez, piscina, videojuegos e incluso lavandería. La lista es bastante más extensa y también cubre el ámbito educacional, en Google hay diariamente clases de distintos idiomas para aquellos que se aventuren, y si no enseñan el idioma que tú quieres, basta llenar un formulario para que contraten un nuevo profesor. Así es la vida en Google, lo más fácil posible para que te sientas cómodo trabajando, incluso para tus mascotas, si no tienes con quien dejarlas, no importa, la llevas al trabajo.

 

No es sorpresa para nadie que hoy por hoy los geeks o nerds están en su revancha. Google es la demostración empírica de esto y han confirmado que con ciertas regalías, estos personajes pueden rendir y a cabalidad. Sin embargo, no cualquier persona es material de Google, la compañía solo acepta a lo más granado de la fauna geek.

 

Hace algunos años tuve la oportunidad de pasar un fin de semana con Enrique Muñoz. Enrique es chileno y actualmente es Product Manager de Google. Sin embargo no es un ser humano común. Para muchos superdotado, Muñoz luego de salir del colegio obtuvo una beca en el MIT – Massachussets Institute of Technology – y más tarde llego a Google. Si bien lograr una beca en el MIT puede eventualmente lograrse con esfuerzo – en realidad no estoy seguro de esto pero algunos podrán creerlo así – Muñoz es una persona brillante. Sin embargo el no es un empleado excepcional dentro del Googleplex, es uno más dentro de miles en la compañía, miles de personajes con un coeficiente intelectual que escapa a lo normal, con un alto conocimiento en tecnología e Internet y con acceso a herramientas que difícilmente encontraras en otro lugar que no sea la casa matriz de Google.

 

Dentro de los beneficios de Google uno de los más publicitados es la opción de ocupar el 20% de tu tiempo laboral en proyectos personales. Estamos hablando de tiempo pagado por Google, con recursos de Google para desarrollar proyectos con fines personales. Suena magnifico, sin embargo para Google quizás no lo es, y no por la razón obvia.

 

No dudo de las capacidades de Sergey y Larry, sin embargo soy un convencido que el potencial pensante dentro de Google es infinitas veces mayor al que ellos tuvieron al idear el algoritmo de búsqueda que los hizo millonarios. Si sumamos a esto que las opciones para conocer gente dentro del Googleplex son ideales – comida  y bebidas gratis y docenas de opciones de recreación – sumado al incentivo de empujar ideas propias, llegamos a una conclusión muy obvia pero que sin embargo nadie había visto, – yo tampoco hasta leer este articulo –  la mayor amenaza de Google son los Googlers y/o futuros Nooglers.

 

Miles de genios que pasan más tiempo con sus pares que con sus propias familias y con un capital inicial bastante interesante – recordemos que muchos son accionistas minoritarios de Google mediante opciones de acciones y el precio de estas ha subido de una forma infartante – probabilisticamente deben lograr inventar algo brillante y esto sin lugar a dudas puede eventualmente ser el próximo Google. ¿Quién sabe? ¡Incluso puede ser chileno!

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