Aunque ya te contamos de su venida hace un par de meses, ahora pudimos bajarlo, probarlo, olerlo y apretarlo.
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Una breve reseña de las novedades que trae esta nueva versión, con pros, contras, comentarios y algo de jugo. No mucho miren que ando trasnochado.
Noruega no sólo produce salmones…
Creo que soy un maldito prejuicioso. No en el sentido de que le veo cara de punga a un tipo y lo discrimino, no… me refiero a que asumo actitudes a favor o en contra sin tener ningún argumento… y el problema es que mi porcentaje de aciertos es asombrosamente alto.
Me pasa mucho con los pololos de mis amigas. Cuando me los presentan me demoro exactamente 12 segundos en saber si el tipo es buena onda, o al menos buena gente, y si me llevaré bien con él, o si es un tarado y los carretes en su compañía serán un festival de indirectas y pesadeces… o algún combo, porqué no eh.
No piense el lector que este juicio express tiene que ver son que mis amigas me gusten o no. De hecho casi todas me gustan o me gustaron, y a más de alguna le dí una probadita (menos mal que mi señora no lee CHW) pero si los pololos me caen bien o mal es cosa de sexto sentido. Puro prejuicio pero del bueno.
En este aspecto, hay libros, músicos, planetas y animales que me caen bien, y otros que encuentro abiertamente antipáticos. Los delfines y los elefantes son super buena gente, pero en cambio Mercurio es un chanta. Corelli debe haber sido super buen amigo, mientras que los rododentros son plantas glotonas y maleducadas. El número 4 cultiva un sano bajo perfil y tiene buena forma, pero el mes de octubre es como super cuadrado para sus cosas. Todo me provoca simpatía o antipatía, por absurdo que sea.
Los países no escapan a este jueguito absurdo. Y hay países que me caen sumanente bien aunque no tengo muchas razones para ello. Digo, todos los países deben tener algo bueno, aunque sea para su gente, pero hay algunos que me tincan más buenos. Y Noruega es uno de ellos. No sé si es por la bandera, por su excelente crecimiento económico, porque tiene paisajes espectaculares que sin embargo no son tan distintos a nuestros fiordos, porque son un ejemplo de lo que debieramos hacer con la industria salmonera, porque me gusta la bandera… en fin, puro prejuicio, pero soy dueño de que me caigan bien así que me caen bien y ya está. Viva Noruega, viva Opera.
Opera 9 entre nosotros
Para no seguir aburriéndolos con mi disquisición sobre el prejuicio personificado, les contaré que este navegador que no es lo que se dice masivo pero tiene una audiencia fiel, como quien dice “de culto”, se apresta a lanzar la versión 9 y para ello lo mejor es finiquitar los últimos detalles lanzando una versión beta para pillar pifias remanentes.
Les cuento también que este beta, al igual que la versión 8.5, es gratis. Antes la versión gratis traía un banner, y antes aún el trial expiraba a los 30 días y tenías que pagar 30 dólares. Tiempo pasado, ahora sólo la versión para PDA y Smartphones es pagada, y parece que se vende mucho. Recuerden que Nokia y Ericsson son vecinos cercanos y eso tiene cierto peso.
Opera fué pionero en agregar gracias como la navegación con tabs, los gestos del mouse (que se parecen a los hechizos de Black & White) y el Password Wand, que me gusta más que la manera como otros browsers recuerdan los passwords. Algunas de esas innovaciones prendieron y fueron imitadas… otras fueron como el Carucha, pasaron sin pena ni gloria.
Como en este mundo ya no basta con lanzar un browser que no se caiga y tenga un nombre bonito, esta versión trae algunas mejoras (o agregados) por sobre la anterior, chiches por montón y gracias varias, a saber:
Mis comentarios
Durante un par de años fuí un enamorado de Opera. La versión 7.x fué simplemente un amor a primera vista y cuando instalé Linux (sin demasiado éxito les diré) era lo primero que bajaba, para sentirme menos extraño.
Esta versión me parece que rescata lo bueno de ese lindo theme indigo de la 7.23 pero le agrega muchas otras cosas. La gracia esa del thumbnail anda indio… la usé un rato y me enamoré:
Por otro lado los widgets, aunque es cierto que se pueden sacar de cualquier parte, igual son choreza. El “navegador” de widgets permite bajar desde juegos de sudoku hasta diccionarios inglés/chino, pasando por calendarios, información meteorológica, acordes de guitarra, tabla periódica… etc
Por otro lado, persisten algunos problemas clásicos de Opera: a diferencia de Firefox no es lo suficientemente parecido a IE como para que los pelotudos que en vez de diseñar con W3C diseñan sólo para IE no lo pasen a llevar.
Por poner un ejemplo, fuí a la página del banco Santander, y los últimos movimientos de mi cuenta corriente aparecen en un scroll, onda iframe, de 100px de alto, cuando en Explorer ocupan todo el espacio disponible. Eso es porque el sitio está diseñado para Explorer, claro, no es culpa de Opera.
En fin… buen browser, me gustó y lo recomiendo a los que gustan de probar nuevas experiencias. Puede que en este minuto Firefox sea el mejor browser del mundo, y que tenga miles de addons y una base de desarrolladores continuamente haciendo más, pero Opera es más lindo, y me gustaron los juguetes.
Aaah, qué diablos, dejaré ambos instalados.
atte.
Amenadiel, Beta Tester of Irrelevant Products.
Fuente: Ars Technica (tú te enteraste primero en CHW, pero CHW tiene que enterarse en alguna parte…)
Y lo más importante: Descarguen el Beta Aquí