Investigadores del Emerging Art and Architecture Research Group junto a los del Mixed Reality Lab de Singapur, en su búsqueda por integrar las actividades de humanos y animales, desarrollaron este juego que mezcla casi fluidamente los dos mundos.
Queremos que las mascotas puedan jugar de una forma similar a como lo hacemos los humanos
Uno de los objetivos pretende ser eliminar el factor humano, y así nivelar la oportunidad de Hombre y animal de ganar en una competencia justa.
Seguramente quieres saber cómo funciona.
Los movimientos digitales de Mice Arena son traducidos hacia y desde el mundo real, donde un depredador (tu mascota, por ejemplo un hamster) persigue a un personaje virtual (tú), como si fueras un sabroso y perforado trozo de queso. Los movimientos de tu personaje en el juego hacen que el trozo de queso, que de verdad existe en la jaula del hamster, trate de arrancar, o incluso de enfrentar al ratoncito. En la jaula, además, hay estructuras motorizadas que deforman la superficie de látex del piso reflejando los cambios del terreno del juego, mientras que los movimientos de la mascota son seguidos con sensores infrarojo que mapean la posición en pantalla del depredador.
Junto con este juego tipo Pac-Man, están desarrollando dos más: el primero, Chiken Petman, tiene a una gallina que personifica un fantasma persiguiendo a una persona dentro de un laberinto. El segundo usa los movimientos de un pececillo para controlar la serpiente en el ya clásico juego de celulares, Snake.
¿Quién quiere jugar contra mi pit-bull?
Link: Juegos de realidad virtual: mascotas v/s dueños (vía Wired)
