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Sony agacha el moño

La mayor parte de nuestras noticias absurdas están dirigidas a un público que no vió la Abeja Maya ni Magnetoscopio Musical… Que conoció el Super8 como una mugre que se come de un bocado, que no sabe quién era el Tio Memo.

Para ellos, los condoros de Sony son arqueologí­­a, pero no viene mal rememorarlos, sobretodo si el gigante japonés por primera vez reconoce un condoro.

El video más mejor

Corrí­­an principios de los 80, se desarrollaron sistemas caseros para ver pelí­­culas que no obligaban a tener un retroproyector y un telón, sino un aparato que se conectaba a la TV. Nacieron dos estándares. El betamax y el VHS.

En teorí­­a, el betamax era más mejol. A diferencia del VHS, era un cassette más pequeño, y sin tanta pinza y tonteras como el VHS, lo que permití­­a menores tiempos de espera a la hora de adelantar, reproducir, o expulsar un cassette. Tení­­a mejor calidad de reproducción y lo respaldaba una marca como Sony, que durante los 70 habí­­a desbancado a la industria gringa en la producción electrónica.

Tení­­a eso sí­­ dos problemas. El primero es que cabí­­a apenas una hora de video. El segundo es que Sony fué soberbio a la hora de otorgar licencias, y muchos fabricantes de aparatos de reproducción de video se tuvieron que ir a arrimar al VHS simplemente porque Sony los mandó pa la casa. El fundador de Sony, Akio Morita, reconoce que ahí­­ se condorearon de puro soberbios.

El VHS era un sistema masacotudo, un tremendo cassette, lento, y con peor calidad de imágen. Pero como todos lo suscribieron, se fué convirtiendo en estándar y eventualmente fué progresando. Teniendo tanta difusión tuvieron plata como para mejorar el formato hasta que la calidad era similar a la del Betamax, y encima desarrollaron codecs de compresión (rudimentarios pero válidos) que permití­­an aumentar el tiempo de grabación desde 2 horas a 6 horas, sacrificando poca calidad.

Con el tiempo, Sony tuvo que producir reproductores de VHS y el Beta siguió vivo sólo en Japón, hasta hace pocos años.

Hasta el dí­­a de hoy, perder participación por ser egoí­­sta con los estándares se dice: “mandarse un betamax”, en los cí­­rculos tecnológicos del mundo.

Mi disco es más chicoco

A fines de los 80 Philips impulsó un estándar, que repartió generosamente, para poder tocar audio digital. El CD.

El CD tení­­a obvias ventajas sobre el vinilo, porque era más pequeño y tení­­a calidad de sonido impecable… pero tení­­a un problema contra el tí­­pico cassette. Uno o varios más bien: no podí­­as grabarlo, era bastante más caro y era delicado. Si lo tomabas mal, el lector se pegaba saltos y hueás, y encima era más grandote que un cassette.

Al poco tiempo Sony mostró una idea similar, el minidisc. Era más pequero que el CD, permití­­a grabar y traí­­a una cobertura que lo hací­­a semi indestructile.

Pero Sony fué soberbio nuevamente y a raí­­z de eso, pocos fabricantes pudieron usar esa tecnologí­­a. Aunque el minidisc tení­­a una tecnologí­­a de compresión y era más mejol y más portátil que el CD, perdió la primera batalla.

Eventualmente salieron los grabadores de CD y entonces el hecho de que el minidisc fuera reescribible perdió todo significado.

El problema era que producto que las múltiples licencias, podí­­as comprar un reproductor de CD a precio de huevo… en cambio un reproductor de minidisc sony costaba 700 dolares.

Aunque tení­­a su clientela, el Minidisc no pudo contra el CD.

Mi aparato reproductor es mejor

Claro, el mio es más largo y más grueso, pero no quiero referirme a eso.

Resulta que ahora que el mp3 ronca entre la reproducción digital, y cunden el Ipod, el Rio y en Nomad, existen otros formatos de compresión, con mejores tasas de compresión que el mp3 y mejor calidad de sonido… pero son algoritmos patentados (como el mp3 pro).Sony sacó el suyo propio, el ATRAC3. Mejor sonido, menor tamaño.

Sin embargo, el camino del “mio y solo mio” ya le pasó, una vez más, la cuenta a Sony.

El presidente de Sony Computer Entertainment, Ken Kutaragi, reconoció públicamente que fué un error sacar un reproductor que no soportara MP3, sino solamente su pormato ATRAC3.

Les fué como el ajo con su reproductor y han perdido mucho terreno. No sé qué pasará de aquí­­ en adelante, porque Sony es tan grande que puede, si quiere, sacar un producto fracasado cada 6 meses… total ganan tanto por sus PS y PS2 (y próximamente con el PS3) que pueden subsidiar todos los otros condoros.

A lo mejor Sony cambia el rumbo y de la mano de la tecnologí­­a blue ray por fin sepan trabajar en conjunto con el resto… serí­­a harto, harto bueno.

Fuentes:
Historia del Betamax
Neoseeker
Apologí­­a del minidisc

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