La excentricidad es una de las características que marca la vida de Elon Musk. Sus ideas, poco convencionales, son las que lo han llevado a ser el hombre más rico del mundo. Sin embargo, eso no lo aleja del fracaso. A veces tiene ideas que no funcionan, aunque en su mente se veían como la solución a algún problema de una persona, ciudad o de la humanidad en general.
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The Loop, de The Boring Company, es una de ellas. Obstinado del tráfico de Los Ángeles, Elon Musk ideó un plan para las grandes metrópolis, la construcción de túneles que te lleven a sitios estratégicos hacia los que una persona quiere llegar rápido: aeropuertos, terminales terrestres, centros financieros o campus universitarios.
The Boring Company, una de las tantas empresas creadas por Elon Musk, nació precisamente con ese objetivo. La idea era implementarla en al menos cinco ciudades de los Estados Unidos: Chicago, Los Ángeles, Las Vegas y la conurbación entre Washington DC y Baltimore, según reseña El País.
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Iniciaron en el 2018 y los avances van a paso de tortugas. Sólo hay dos tramos construidos en Las Vegas y los que están iniciando en otras ciudades, como en Los Ángeles, se encuentran sumergidas en un mar de polémicas por las inhumanas condiciones bajo las que laboran los trabajadores de estas obras.
Colegas periodistas que fueron a la CES 2023 (Consumer Electronic Show), llevada a cabo en Las Vegas, usaron las instalaciones de The Loop en la Ciudad del Pecado, y marcaron decenas de problemas de esta “alternativa” de transporte.
En primer lugar, The Loop es como una especie de metro subterráneo, pero en lugar de vagones hay autos eléctricos en los que, con toda la furia, caben cinco personas. Entonces no solucionan para nada un problema de tránsito o transporte en una ciudad.
“Recuerdo que me pareció una extravagancia sin mucho fundamento, muy por debajo de las expectativas iniciales. Bajé unas escaleras mecánicas que daban acceso a una especie de andén de metro bastante precario”, dijo Adrián Revuelta, ingeniero que acudió a la CES del 22023 y vivió la experiencia de The Loop.
Añade que “su impacto sobre el tráfico de la ciudad va a ser muy limitado”.
Las declaraciones de Revuelta, citadas por El País, coinciden con recientes informes de seguridad de las construcciones de Las Vegas, que ocurrieron el año pasado y que recién ahora se están haciendo públicas.
Wayne Merideth, gerente de seguridad de una de las delegaciones de The Boring Company, revela las condiciones precarias de trabajo de los empleados que están en las obras. Sus dichos son alarmantes hasta el punto de que comenta que la empresa “puede sentirse muy afortunada por que no se haya producido ninguna víctima mortal en los últimos meses”.
Una reseña de Bloomberg saca a la luz de que la empresa, con el objetivo de acelerar las construcciones, hace que los trabajadores ejecuten sus actividades en condiciones precarias con “piscinas de barro de varios centímetros, con la consistencia de un helado cremoso”. Denuncian, además, que en los túneles hay un alto grado de toxicidad. “Varios empleados aseguran que están sufriendo quemaduras, erupciones cutáneas y reacciones alérgicas atribuibles a la alta concentración en el barro de aceleradores químicos”, reseñó El País.
Elon Musk, hasta los momentos, no ha emitido ningún tipo de declaraciones al respecto.