Los restos del sumergible Titán han sido avistados por primera vez después de su recuperación del fondo del mar. Según informes de The Associated Press, partes de la embarcación, incluyendo una sección de su capa exterior blanca, han sido devueltas al puerto de St. John’s, en Terranova y Labrador, Canadá.
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De acuerdo con Slash Gear, estos escombros fueron rescatados del lecho oceánico mediante el uso de vehículos operados a distancia (ROV), los cuales también jugaron un papel fundamental en la búsqueda inicial del submarino desaparecido.
La recuperación de los restos forma parte de la investigación en curso para determinar las causas exactas del catastrófico fallo del recipiente a presión del Titán. Aunque varios medios de comunicación han solicitado comentarios a diversas organizaciones involucradas, la mayoría se ha negado a proporcionar más detalles debido a la naturaleza en curso de la investigación.
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Por su parte, la Guardia Costera de los Estados Unidos ha informado, a través de un comunicado citado por la BBC, que se han descubierto “posibles restos humanos” entre los escombros. Estos hallazgos serán analizados por expertos médicos y contribuirán a las investigaciones en curso sobre la causa del incidente.
Además, Pelagic Research Services, una de las organizaciones involucradas en la operación de recuperación, ha confirmado en un comunicado que todavía están llevando a cabo su misión. Han destacado el arduo trabajo de su equipo durante los últimos 10 días, superando tanto desafíos físicos como mentales.
La tragedia del Titán
El 22 de junio, después de varios días de intensa búsqueda en la que participaron numerosas organizaciones gubernamentales y privadas, se descubrió un campo de escombros que contenía partes del sumergible.
A pesar de las esperanzas iniciales de un posible rescate con la creencia de que el Titán podría haber emergido o quedado atrapado en el fondo del océano con la tripulación aún con vida y un suministro de oxígeno de emergencia, se determinó finalmente que el submarino implosionó durante su descenso inicial, resultando en la trágica muerte de las cinco personas a bordo.
Inicialmente, existía la esperanza de rescatar a la tripulación del Titán, a pesar de los desafíos que supone un rescate en aguas profundas. Los gobiernos de Canadá y Estados Unidos asignaron importantes recursos para la búsqueda, y empresas privadas también proporcionaron embarcaciones y equipos especializados para ayudar en las labores.
Hubo un rayo de optimismo cuando el sonar detectó un sonido de golpe que parecía repetirse cada 30 minutos. Incluso cuando el oxígeno de emergencia estaba a punto de agotarse, los rescatistas se negaron a perder la esperanza y continuaron con su labor de búsqueda. Lamentablemente, cuatro días después, se encontraron los escombros del submarino, lo que dejó claro que no había ninguna posibilidad de encontrar supervivientes.
Desde entonces, las miradas se han dirigido hacia la construcción y el diseño de la embarcación. Además, han surgido imágenes del CEO de Ocean Gate, Stockton Rush, quien estaba a bordo del Titán cuando se perdió, alardeando de romper las reglas y mostrando desprecio hacia las certificaciones de seguridad. Shahzada Dawood, Suleman Dawood, Paul-Henri Nargeolet y Hamish Harding también se encontraban a bordo del Titán durante la implosión.