Steve Jobs no solo era conocido por su creatividad, espíritu de superación o incluso dureza en el trato. Pero todo medio llevaba a un fin: escoger el camino al éxito.
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El padre de Apple también tenía su lado divertido. Uno de ellos le impulsó a aplicar el llamado Test de la cerveza, importante para él en el ámbito laboral.
Alguna vez, Steve Jobs explicó la trascendencia de escoger a las personas más proactivas, que él llamaba A-players o jugadores A.
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“He construido gran parte de mi éxito encontrando personas verdaderamente talentosas, y no conformándome con jugadores B y C, sino buscando realmente a los jugadores A”, dijo, citado por el portal Crast. “Descubrí que cuando reúnes a suficientes jugadores A, cuando pasas por el increíble trabajo de encontrar estos jugadores A, realmente les gusta trabajar entre ellos”.
El Test de la cerveza de Steve Jobs
Había una ceremonia que servía para confirmar si realmente un posible contratado era un jugador A o uno B o C. Era el Test de la cerveza.
Según esta técnica, las entrevistas de trabajo suelen ser aburridas y fáciles de preparar. Solo yendo a un bar a tomarte una cerveza con el posible empleado podías conocerlo a fondo.
“Los saco a comer, a pasear con ellos o simplemente a pasar el rato”, señaló Steve Jobs. “Hago preguntas como ‘Dime, ¿qué hiciste el verano pasado?’, o ‘¿Cuándo fue la última vez que lograste algo?’. No hay respuesta correcta o incorrecta. Se trata de hacer todo lo posible para que hablen de una experiencia y que te muestren sus personalidades genuinas”.
Porque Steve Jobs no buscaba robots, o autómatas. Quería gente proactiva, que diera ideas brillantes y que resolvieran problemas incluso antes de que ocurrieran.
Hasta poco antes de su muerte en 2011, Steve Jobs se involucraba en la elección de los ejecutivos o ingenieros, aplicando de vez en cuando su test de la cerveza. Todo un distinto, genio y figura hasta la sepultura.