En 2014, OneCoin surgió como una de las primeras criptomonedas que aprovechaba el auge creado por Bitcoin. Detrás de ella estaba la búlgara Ruja Ignatova que, finalmente, se esfumó con más de 4 mil millones de dólares. Hoy, el FBI está en la búsqueda de la “Criptoreina desaparecida”.
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Ignatova se encuentra entre las 10 personas más buscadas del mundo, tras la más reciente actualización del FBI. No se sabe sobre su paradero desde 2017, cuando los federales firmaron una orden de arresto en su contra.
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Los cargos en contra de la “Criptoreina desaparecida” son los siguientes:
- Conspiración para cometer fraude electrónico.
- Fraude electrónico.
- Conspiración para cometer Lavado de dinero.
- Conspiración para cometer Fraude de valores.
- Fraude de seguridad.
Así trabajaba OneCoin, una de las criptomonedas que aprovechó el boom de Bitcoin
OneCoin ofrecía a los compradores una comisión si vendían la moneda a más personas, un claro ejemplo de estafa piramidal. El FBI señala que la criptomoneda no tenía ningún valor: es más, nunca estuvo protegida por la tecnología blockchain de otras divisas digitales.
El boom generado por Bitcoin hizo que OneCoin alcanzara cifras inimaginables en sus inversiones, todos buscando lograr ganancias… hasta que Ignatova se fue con todo el dinero.
La última vez que vieron a la “Criptoreina desaparecida”, actualmente de 42 años, abordaba un vuelo de Bulgaria a Grecia en 2017.
“Ignatova”, explica el FBI en su comunicado, “aprovechó la emoción que rodeaba a las criptomonedas para atraer a nuevos inversores. Si bien se dice que la compañía usó muchos de los términos asociados con las monedas virtuales, los investigadores creen que las OneCoin no se extrajeron de la forma tradicional en que se utilizan las criptomonedas”.
“Además, el valor de OneCoin lo determinaba la empresa y no la demanda del mercado”.
Habla una estafada por la “Criptoreina desaparecida”, buscada por el FBI
Jen McAdam, una de las víctimas de Ignatova, contó a la BBC que invirtió, junto con familiares y amigos, cerca de 250 mil euros. Decidió llevar su dinero a OneCoin cuando le dijeron que “está en una etapa tan temprana… esto será como Bitcoin. Va a ser más grande”.
Meses después se dio cuenta que todo era una estafa.
El agente especial Ronald Shimko, a cargo del caso, indicó que Ignatova se dirigió “a personas que pueden no haber entendido completamente los entresijos de las criptomonedas, pero que se sintieron conmovidas por su impresionante currículum y las estrategias de marketing utilizadas por OneCoin”.
En los 72 años de historia del FBI, la búlgara es apenas la mujer número 11 en la lista de los 10 fugitivos más buscados. Habla inglés, alemán y búlgaro, y puede estar viajando con un pasaporte falso.
Cuenta con conexiones entre Bulgaria, Alemania, Rusia, Grecia y Emiratos Árabes Unidos.