Muchos pensarán que una zapatilla para jugar fútbol es, simplemente, un zapato más. Pero para Lino Edgar Marrero, un niño de 15 años de origen nicaragüense, un calzado como este puede ser un cargador para celulares.
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Lino es de Frisco, Texas, pero su madre es Sharon Solano Castillo, hija de la exdiputada y expresidenta de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), Azucena Castillo.
Como explica 100% noticias en un reporte publicado en su sitio web, el invento es una batería recargable que cabe en la suela del zapato y que recoge la energía generada al caminar.
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Por esa genialidad, compite en el reconocido concurso de pequeños inventores Niño del Año en los Estados Unidos.
¿Cómo se le ocurrió este invento?
Durante el descanso en una práctica de fútbol, Lino descubrió que su teléfono se había descargado. En ese momento, recordó una lección en la escuela sobre energía cinética y pensó: “¿Qué pasaría si pudiera transferir la energía que desperdicié en el campo y ponerla en mi teléfono para cargarlo?”.
De esa idea nació el Kinetic Kickz 2.0, que consiste en una batería recargable que cabe en la suela del zapato y que toma la energía generada al caminar, la cual se puede utilizar para alimentar dispositivos portátiles.
El adolescente explicó a Spectrum News 1, en Texas, que la tecnología podría ser más eficiente y menos costosa que otras fuentes de energía renovable, como la eólica y la solar.
“El Kinetic Kickz 2.0 aprovecha la energía cinética humana como una fuente de energía alternativa nueva y limpia. Podría incluso encenter una pequeña bombilla en el techo y marcaría una gran diferencia”.
El jovencito recibió un reconocimiento en Inventor Communication Award y un Industry Innovation Award en Invention Convention U.S. Nationals 2019 cuando obtuvo el primer lugar en la categoría de grados 6 a 8 en Invention Convention Globals, que se llevó a cabo virtualmente en 2021.
Para Lino, los niños son mejores inventores que los adultos e invitó a otros jóvenes a crear: “Para mí, por lo general, se trata de ayudar a otras personas. Los niños son mejores inventores que los adultos, a veces porque pueden ser más creativos. Solo quiero inspirar a más personas a querer convertirse en inventores y ayudar a cambiar el mundo”.