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Superfish es un ejemplo perfecto del estado actual del PC

Tras el escándalo de Superfish y certificados SSL instalados en equipos de de Lenovo, echamos un vistazo al mercado del PC actual.

El mercado del PC sufrió una grave crisis entre 2010 y 2014 debido a las ventas de tablets. Literalmente, las tabletas se lo comieron, pues la gente no actualizaba sus antiguos computadores, sino que cambiaban de dispositivo por una tablet de menor precio y funciones técnicamente inferiores. No es el caso de todos, pero aquí sólo podemos hablar de una forma generalizada.

Fue a finales de 2014 cuando el mercado del PC volvió a sorprender con un repunte de ventas. ¿Cómo era posible, si se suponía que el mundo “Post PC” acabaría con éste? En realidad, lo que sucede es que sólo han sobrevivido los más fuertes, los que son capaces de fabricar equipos baratos con márgenes de ganancias muy bajos, pero que al vender millones son negocios rentables. Bien, quizá “casi rentables”.

Lenovo se convirtió en el mayor fabricante de PC gracias a su apuesta por recuperar la gama media y baja de portátiles, además de ofrecer equipos de gama alta que de verdad empezaban a verse como lo que un ultrabook debería ser, como con sus Yoga.

“La culpa es de la competencia”

Cuota de mercado de vendedores de PC en Q4 2014 (c) IDC Worldwide Quarterly PC Tracker, January 12, 2015

No hay duda de que aquí la culpa de Superfish es única y exclusiva de Lenovo; la empresa tendrá mucho qué hacer por recuperar la imagen y confianza de consumidores. Pero si Lenovo instaló Superfish en los equipos que vendió en 2014, fue en busca de tener un mayor margen de ganancias.

Es inexcusable, pero veamos el mercado del PC como lo que es: una lucha por vender al menor precio con el mayor margen posible, y eso tiene consecuencias. La competencia es terrible en el mundo del PC, ahora más que nunca.

Si se quieren PC baratos que compitan contra las tablets, hay que recortar de todos lados, empezando por calidad de materiales, de hardware y, finalmente, por el software. Si bien Microsoft está prácticamente regalando sus licencias de Windows 8, los fabricantes buscan cualquier forma de ganar dinero con los equipos, como con el software preinstalado.

¿Puede Microsoft hacer algo?

Hay dos grandes perjudicados por las acciones de Lenovo. El primero es el usuario, que ha visto su seguridad puesta en entredicho. El otro es Microsoft, porque acciones como las de Lenovo mantienen la imagen de Windows como un sistema operativo poco seguro.

Pero ¿qué puede hacer Microsoft contra estas prácticas? Poco o casi nada.

Desde que Microsoft fuese demandada por Netscape al preinstalar Internet Explorer en Windows como navegador predominado, las leyes antimonopolio han sido asociadas a Microsoft. No sólo en EE.UU. con Netscape, no olvidemos que Microsoft ha tenido que pagar grandes multas en la Unión Europea por no mostrar más opciones de navegador que no fuese Internet Explorer, hasta el punto de preguntar a todos los usuarios de Europa al abrir por primera vez el navegador que existen otras opciones que pueden descargar.

Microsoft no puede hacer nada más que pedir a los fabricantes que no instalen basura. Pero es cuestión de estos hacer o no caso de las recomendaciones de Microsoft. Al final, son sus grandes clientes los que adquieren licencias e instalan Windows en sus equipos.

La utopía de formatear y reinstalar

La mejor forma de asegurarse de que el PC que acabas de comprar no tendrá cosas que no deseas, es comprar uno sin sistema operativo e instalarlo por tu cuenta, o bien, comprarlo, borrar su memoria y reinstalar desde cero. Pero esto es una utopía, aunque es algo sencillo para muchos, sigue estando fuera del alcance de la gran mayoría de consumidores que no entienden por qué necesitan borrar toda su memoria y reinstalar Windows, o incluso elegir otro sistema operativo.

No debemos olvidar que a pesar de que muchas de las aplicaciones preinstaladas en los equipos son generalmente inútiles y nunca se usarán, están ahí porque deben diferenciarse de sus competidores de alguna manera. Si no es hardware o precio, es software instalado. Y aunque a muchos nos cuesta creerlo, que tenga ciertas aplicaciones instaladas es algo que suele llamar la atención.

Sólo se puede esperar que el caso de Lenovo y Superfish haga que los fabricantes de PC vean esto como una alerta, una llamada de atención de que los consumidores no están dispuestos a tragar toda la basura que les instalan.

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