Devialet es una compañía francesa que se dedica a la “ingeniería acústica”, y es responsable de la creación de unos revolucionarios parlantes llamados Phantom que poseen un tamaño apenas mayor a los 30 centímetros, pero que suenan como el mejor sistema de sonido de tamaño 20 veces superior, con lo que entregan una profundidad de graves que nunca se había escuchado para un aparato de este tamaño.
Y es que estamos acostumbrados a que para escuchar buenos bajos, exista la presencia de un gran sub-woofer que genere las frecuencias más bajas de manera potente. Sin embargo, el Phantom parece romper las leyes de la física al entregar un sonido de teatro en un producto que es posible sostener con ambas manos. Según sus creadores:
Las leyes de la física no pueden ser cambiadas, pero a veces se puede conseguir mucho cuando las empujas a sus límites.
Suena difícil de creer, pero los especialistas ya han dado su opinión y existe consenso en reconocer que el Phantom podría tener uno de los mejores sonidos de todo el mundo. Lo dicen también músicos destacados: el vocalista del grupo The Police, Sting, ya lo probó y dijo que le gustaría que su música fuese escuchada en algo así. Y el expresidente de Beats Audio, David Hyman, también entregó palabras de elogio:
Este pequeño y hermoso objeto crea un sonido en tu casa que es simplemente sorprendente. Lo he escuchado. Nada se le acerca. Y también puede echar abajo tus paredes.
Para lograr esta clase de sonido en un dispositivo tan pequeño, la gente de Devialet usó varias tecnologías patentadas que en esencia (y sin revelar todos sus secretos), podrían resumirse como la unión de la amplificación analógica tradicional con su riqueza de sonido, junto a la potencia y lo compacto de las técnicas digitales. Lo mejor de dos mundos.
Así, el Phantom será puesto a la venta a partir de enero a un precio inicial de USD $1.990, además, existe una variante de USD $2.390 llamada Silver Phantom que ofrece una potencia de 3.000 W y nivel de presión sonora de 105 dB SPL, lo cual se acerca al umbral de dolor (120 dB SPL) y está ligeramente por debajo de un concierto a gran escala.
