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Cuando despertó, el iPod Classic ya no estaba ahí

Después de más de 12 años en el mercado, Apple retiró al iPod Classic de su oferta de dispositivos.

En medio de la algarabía por los anuncios del iPhone 6, iPhone 6 Plus y Apple Watch, uno de los emblemas de la marca fue retirado de la oferta: el iPod Classic. Después de la presentación de Tim Cook, el sitio web de Apple se actualizó sin incluir a este representativo dispositivo, manteniendo únicamente al iPod touch, iPod nano y iPod shuffle como opciones.

En silencio, Apple ha retirado a un producto que sólo puede ser calificado como revolucionado. Lanzado en octubre de 2001, se convirtió rápidamente en un éxito de ventas que determinó el presente de la industria musical.

Muchos de nosotros recordaremos con nostalgia esos icónicos iPods blancos con la pantalla en monocromo, con esa rueda táctil que hacía muy cómoda la interacción. Su primera generación, cuyo lema era “1.000 canciones en tu bolsillo”, daba unos impresionantes (para la época) 5 GB de almacenamiento.

Durante más de 12 años sobrevivió la llegada de versiones más pequeñas (el iPod nano y el extinto iPod mini), así como una versión táctil (el iPod touch, heredero de la estafeta). Tuvo seis generaciones –incluida una versión de muy corta vida, el iPod Photo, que terminó fusionándose con la línea original–; la última (la sexta) salió en 2007 y fue revisada un par de veces más (en 2008 y 2009, aún bajo la mirada de Steve Jobs) para convertirlo en el reproductor musical definitivo.

Sin embargo, las ventas pueden más que la nostalgia y el iPod Classic ha sido finalmente removido del elenco, quizá un signo de los tiempos en que el smartphone es el nodo de nuestra vida digital y en el que los reproductores musicales exclusivos han sido sustituidos. El iPod touch, por ejemplo, permite cargar diferentes aplicaciones móviles, juegos, clientes de redes sociales, relegando a la función de reproducir canciones y vídeos a un segundo plano.

Pues sí, el mundo dejó obsoleto al iPod Classic, pero eso no quiere decir que no lo extrañaremos. Y sí tienen uno, es buen momento para conectarle los audífonos y rendirle un merecido tributo. Hasta siempre.

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