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Wikipedia Zero: Wikimedia se declara a favor de la neutralidad de la red

Para la Fundación Wikimedia, hay una buena cantidad de motivos para pensar que Wikipedia Zero no interfiere con la neutralidad de la red.

Cuando dimos cuenta de Wikipedia Zero, un proyecto de la Fundación Wikimedia para que el acceso a sus proyectos no genere costo para los usuarios de algunas operadoras de telefonía móvil, surgió una pregunta importante: ¿dónde queda la neutralidad de la red? Sobre todo porque la implementación de este proyecto requiere que exista una discriminación del tráfico que generan estos usuarios.

De manera más que oportuna, la Fundación hizo pública su postura en torno a la neutralidad de la red y su relación con Wikipedia Zero. En ella, Wikimedia se declaró comprometida con la neutralidad de la red y con los esfuerzos para expandir el acceso libre al conocimiento.

La neutralidad de la red sirve a todos los usuarios -tanto ricos como pobres- al proporcionar igualdad de acceso a diversos contenidos en línea. Apoyamos la neutralidad de la red y creemos que es crucial para una Internet saludable, libre y abierta.

No hay incentivos perversos

Este punto lo mencionamos con anterioridad. El hecho de que la Fundación Wikimedia sea una organización sin fines de lucro puede ser un factor de cambio sumamente importante. Esto provoca que su proyecto Wikipedia Zero – que fue inspirado por estudiantes de Sudáfrica-  no sea un programa comercial, como menciona la organización en su posicionamiento.

De acuerdo con los principios operativos del proyecto, no es posible encontrar en Wikipedia Zero los mismos incentivos que puede tener Facebook en la implementación de Internet.org, por citar ejemplo. De esta forma, se garantiza que los ISP no tengan injerencia sobre los contenidos de los artículos, así como otros aspectos relevantes:

  1. No hay intercambio de pagos entre las operadoras de telefonía móvil y la Fundación Wikimedia.
  2. La información personal de los usuarios no es compartida con terceros.
  3. Wikipedia Zero no puede ser ofrecido como parte de un paquete limitado.
  4. No hay exclusividad, ya que la Fundación busca trabajar con la mayor cantidad posible de operadoras de telefonía móvil.
  5. Existe disposición para trabajar con otros sitios de interés público.

Justamente el último punto puede volverse el centro de un debate específico. Wikipedia y sus proyectos hermanos buscan generar y poner a disposición de la mayor cantidad de usuarios todo el conocimiento que sea posible. Sin embargo, no son los únicos sitios que persiguen objetivos similares.

¿Una lista blanca de aplicaciones y servicios?

En este sentido, vale la pena reflexionar un poco acerca de nuevas excepciones para la neutralidad de la red, además de las órdenes judiciales y la ingeniería de tráfico. Los proyectos de la Fundación Wikimedia han alcanzado la popularidad de la que gozan gracias a una comunidad plural y entusiasta que los nutre y actualiza constantemente.

El acceso a estos proyectos es libre para cualquier usuario de Internet. En Wikipedia, por ejemplo, el carácter de la enciclopedia se encuentra definido por cinco pilares que hacen evidente la neutralidad que se busca para los artículos que la integran y la libertad para editarlos. No hay mayores restricciones, fuera de las que puede perseguir cualquier proyecto enciclopédico serio.

Pensar en proyectos similares puede no ser tan difícil. Muchas organizaciones de la sociedad civil basan su trabajo en proyectos comunitarios y cuentan con sitios web. Los temas pueden ser tan diversos como se pueda uno imaginar y esto comienza a hacer visible una cuestión importante.

Creemos que el libre acceso a recursos de interés público se puede proporcionar de forma que se mantenga el nivel del campo de juego y se eviten problemas de neutralidad de la red. Internet tiene un enorme potencial para llevar educación y servicios a las personas de forma gratuita. Más allá de Wikipedia, esto incluye el acceso potencial a servicios de salud y de emergencia o de atención de desastres para salvar vidas.

Si se decidiera crear una especie de lista blanca en la que se encontraran incluidos todos los sitios de interés público cuyo tráfico no debiera generar costo a los usuarios, el primer inconveniente sería encontrar a la entidad -o a un grupo de ellas- que definiera a los integrantes de esta lista, así como el mecanismo para lograrlo. Algunos podrían sugerir a un grupo intergubernamental, otros a un grupo de representantes de la sociedad.

Sin embargo, este escenario representaría un problema significativo en materia de gobernanza de Internet. Lo ideal para el ecosistema de Internet es que la administración de sus recursos críticos sea implementada en pie de igualdad por todas las partes interesadas que lo integran: los gobiernos, la academia, la industria, la sociedad civil y la comunidad técnica.

Un freno a la innovación

Una de las principales críticas a los proyectos que privilegian la discriminación del tráfico en Internet por medio de esquemas libres de pago para algunas aplicaciones o servicios, es que pueden inhibir la innovación en Internet. Esta característica ha sido fundamental para la expansión de la red de la que hemos sido testigos.

Sin embargo, la capacidad de elección de los usuarios de Internet se ve seriamente limitada en un escenario en el que solamente el tráfico de algunas aplicaciones no genera costos, independientemente de los incentivos que tengan. Al mismo tiempo, este escenario influiría de tal forma en los hábitos de los usuarios que volvería difícil -pero no imposible, hay que admitirlo- la aparición de nuevas aplicaciones o servicios que compitan con los beneficiados por estos esquemas.

Aunque es necesaria una dosis de sinceridad para admitir que resulta prácticamente imposible imaginar un escenario en el que surja una nueva Wikipedia y compita con la que hasta hoy es la enciclopedia más famosa de Internet. Sin embargo, la red nos ha enseñado que prácticamente no conoce imposibles.

De lo que no queda duda es que la neutralidad de la red es un aspecto que da pie a numerosos debates. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea se encuentran inmersos en procesos regulatorios que pueden transformar el escenario de manera importante e influir a otras regiones del mundo, como América Latina. En este contexto, resulta positivo que entidades tan influyentes como la Fundación Wikimedia se sumen a las discusiones.

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