Prácticamente en cualquier laboratorio es posible observar placas de prueba con circuitos a medio terminar y algunos funcionando perfectamente. El problema con estos últimos es que aún es necesario desarmarlos para luego soldarlos en la placa de circuito impreso definitiva. En BotFactory desean cambiar esto con la ayuda de Squink, una impresora bastante peculiar que busca financiamiento en Kickstarter.
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Los desarrolladores del proyecto prometen que, gracias a Squink, es posible crear circuitos impresos útiles y baratos en menos de 20 minutos. El punto central es hacer más accesible el desarrollo de prototipos que utilicen electrónica, algo que agradece cualquiera que se haya visto en la necesidad de hacer sus propios circuitos impresos.
A diferencia de lo que ocurre con el hardware, el desarrollo de software es rápido y fácil. Solamente con una computadora, puedes imaginar, desarrollar y probar cualquier idea que tengas. Queremos llevar el mismo concepto ágil a la electrónica. Por esto construimos Squink, la fábrica personal de circuitos electrónicos.
Las instrucciones son tan sencillas como “Imprime, pega y ensambla”. El software de Squink, que cuenta con una interfaz basada en web, toma el diseño del circuito -que puede encontrarse en un archivo de imagen- y lo dibuja usando tinta conductora. Después, el prototipo coloca pegamento conductor en cada una de las terminales, para finalmente montar los dispositivos en sus respectivas ubicaciones.
El resultado: un circuito impreso perfectamente funcional en cuestión de minutos. La tinta básica imprime sobre papel fotográfico, mientras que la tinta avanzada puede imprimir incluso sobre vidrio o plástico. Uno de sus límites es el tamaño, ya que Squink puede imprimir circuitos con un tamaño máximo de 5” x 5”, es decir, de 12.7 cm x 12.7 cm. La otra limitante es el precio: USD $2.499 para los dispositivos del primer lote -agotado- y USD $2.999 para los del segundo lote.
El resultado puede ser algo como esto: