Desde AppleInsider llega la noticia de que Apple ha patentado un sistema revolucionario que podría ser muy útil y preocupante para la privacidad de sus usuarios al mismo tiempo. Esta innovación permitirá reconocer el comportamiento del usuario de un iPhone y llevar a cabo alguna acción si encuentra algún patrón sospechoso.
Cualquier método de entrada o interacción con el dispositivo puede ser compilado para la adquisición de datos de comportamiento, incluyendo los datos del sistema como la ubicación, los datos de los sensores de movimiento y los patrones de movimientos de entrada. Otros datos como las preferencias de gramática, vocabulario o incluso de orientación del teclado pueden ser almacenados para un análisis posterior.
Para ejemplificar la utilidad de este sistema, Apple hizo referencia a los cuidadores de adultos mayores, quienes podrían enterarse de que algo va mal con la persona a su cargo gracias a las alertas de su dispositivo móvil. Aunque también tendría utilidad en caso de robo o pérdida del dispositivo, dada la cantidad de información y datos que suelen almacenar.
En caso de que el sistema detecte un comportamiento inusual, puede tomar 2 diferentes acciones:
- Bloquear el dispositivo hasta que su propietario lo desbloquee por medio de contraseña o huella digital con Touch ID.
- Enviar notificaciones al dispositivo o al teléfono móvil de un tercero
Sin embargo, la idea de que un dispositivo lleno de sensores aprenda cada día sobre el comportamiento de su usuario, puede ser inquietante para muchos, entre quienes me incluyo. Además, este tipo de información puede completarse sin mayor problema con los metadatos recolectados por las operadoras de telecomunicaciones en algunos países como el Reino Unido -y próximamente México– para dar un mapa detallado del comportamiento y ubicación de algunas personas.
Para intentar prevenir esto, la patente de Apple ofrece la posibilidad de que el usuario elija desactivar algunas preferencias de ubicación, de modo que el comportamiento sea almacenado de una manera más general. Aunque eso no le quita lo inquietante y -al mismo tiempo- sorprendente al nuevo sistema.
