La gran mayoría de los modernos test de drogas mediante orina tienen una curiosa falla: No son capaces de diferenciar entre los opiáceos que uno puede encontrar en las semillas de amapola, de los opiáceos que se pueden encontrar por ejemplo en la heroína negra (lo que nos ha dado argumentos para numerosos programas de televisión como Seinfeld y Mythbusters).
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Ahora, un reciente estudio realizado por científicos del Kings’ College de Londres asegura que encontró el secreto para diferenciar adecuadamente estos opiáceos mediante la detección de un metabolito glucurónico (designado ATM4G), el que es un subproducto de la heroína callejera.
Al buscar ATM4G usando Cromatografía líquida-espectrometría de masas (LC-MS), los fabricantes de test de drogas deberían poder identificar más fácil los opiáceos ilegales de los otros tipos de opiáceos.