Todos los años es el año de algo, el 2013 fue el año de las aplicaciones (aunque seguro que hay más opciones), 2012 fue el año de la muerte del 3D, 2010 fue el año del lanzamiento del 3D comercial, 2009 fue el año de la alta definición… Pero se dice que este 2014 será el año del 4K.
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Tenemos smartphones capaces de grabar vídeo en 4K, tenemos videocámaras capaces de grabar vídeo en 4K, hemos visto pantallas capaces de reproducir vídeo en 4K, ¿pero qué es lo que no tenemos? Contenido en 4K. Aunque muchas películas se graban en una resolución mayor y se podrán pasar a resolución compatible con las pantallas UHD que veremos en pocos meses, por ahora solo tenemos dos ejemplos recientes de distribución de este tipo de contenido: alta definición y 3D.
Los antecesores
Cuando se empezó a popularizar en grandes ferias y por grandes marcas que “el futuro es 3D”, había un grandísimo impedimento, la falta de películas grabadas en este formato. Se logró desarrollar una forma de pasar películas 2D a 3D, pero con un resultado no muy bueno. El gran problema era que grabar una película en 3D necesita de nuevas cámaras, en realidad, del doble de cámaras para grabar la parte izquierda y la parte derecha, además de tener una postproducción más lenta. Impedimentos que hacía que la grabación de películas en 3D se convirtiese en una rareza. A principios de 2014 y con un CES prácticamente acabado, podemos decir que el 3D ha muerto.
Cuando nos cambiamos a los televisores de alta definición, el contenido llegó relativamente pronto porque simplemente había que cambiar la resolución y las cámaras eran algo más accesibles. Aun así, este cambio tardó algo más de un año para que todo empezase a ser HD. Generalmente si nos referimos a aumentar la resolución del vídeo, que sea de mayor tamaño y calidad, el cambio no es tan traumatizante como fue el 3D.
¿Qué pasa con la adopción del 4K/UHD? El momento es tan diferente, que 2014 no será el año del 4K, será 2015.
Aunque la intención de la mayoría de los fabricantes es la de ofrecer pantallas 4K para mediados de 2014, estos primeros modelos serán caros y no llegarán a una gran masa. Durante CES nos hemos encontrado con algunos modelos realmente asequibles que rozan los USD$1.000, pero son por ahora rarezas y no es algo normal. La realidad es que LG, Sony, Samsung o Panasonic, como grandes fabricantes de televisores, tendrán pantallas UHD por encima de un precio que hoy en día se considere asequible (precio/características + tiempo relativo de uso).
Los fabricantes de televisores han fallado en algo fundamental y es integrar una tecnología de televisor en el momento en el que se emite un gran evento, en este caso el mundial de fútbol en Brasil. Los juegos olímpicos de Londres animaron la venta de televisores en alta definición de todo el mundo, el mundial hubiese podido hacer lo mismo con las pantallas UHD.
Esperaremos a 2015, cuando no solo tengamos una bajada de precios, si no que las marcas tendrán varios modelos con resolución UHD y exista un mínimo de contenido disponible, incluido Netflix en 4K.
Por lo tanto, no, 2014 no es el año del 4K, 2015 lo será, cuando todos podamos adquirir sin hipotecarnos de un televisor con una resolución que de nuevo nos maraville como lo hizo el HD.