Política

La tecnología no es la responsable de la desigualdad, sino las políticas públicas

Un estudio rechaza la idea que la tecnología fue responsable de la destrucción de los empleos para las clases medias en el mundo.

Es común escuchar entre la elite de diversos países desarrollados que el enorme aumento en la desigualdad estas ultimas tres décadas fue debido a un desafortunado efecto colateral del progreso tecnológico, pues la tecnología supuestamente eliminó millones de trabajos como los obreros de las fábricas, un empleo donde una persona con poca educación podía sostener a su familia con una calidad de vida de clase media.

Sin embargo, y si bien esta versión de los hechos es reconfortante para las elites pues implica que no son responsables del decaimiento de la calidad de vida de la clase media, un reciente estudio argumenta que la tecnología no sería la responsable de la desigualdad, pues los verdaderos responsables de la actual inequidad social serían las políticas económicas de los gobiernos.

Según el estudio, la evidencia señala que desde el año 2000 el aumento en la cantidad de empleos ha ocurrido casi completamente en trabajos poco remunerados, mostrando una declinación en el empleo relativo tanto para trabajadores de ingresos medios como de altos ingresos. Si la tecnología fuese la responsable del cambio en la oferta de empleos disponibles, también debería aumentar los salarios de ocupaciones poco remuneradas asociadas, como ser conserjes o vendedores de tiendas del retail, lo que no ha ocurrido.

Los académicos aseguran que la responsabilidad en el aumento de la desigualdad obedece a varios factores, entre los que se incluyen la debilitación de los sindicatos; la desregulación de grandes industrias como las telecomunicaciones y los vuelos aéreos; la desregulación del sector financiero, que unido a cambios en la administración corporativa significa que prácticamente la alta dirección en las empresas determinan sus propios sueldos. O sea, la desigualdad no aumentó “porque sí” o “porque ahora hay computadoras”, sino por las falencias en políticas públicas.

Link: Center for Economic and Policy Research (vía The Guardian)

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