La sinestesia es bastante interesante, pues consiste en una persona cuyas sensaciones de diferentes sentidos tienden a interferirse entre sí en un mismo acto perceptivo. O sea, una persona sinestética puede oír colores, ver sonidos o sentir sabores al tocar objetos.
La sinestesia no es una triquiñuela de nuestros sentidos o meras asociaciones, una persona realmente percibe estas sensaciones cruzadas (además, es un efecto común en drogas psicodélicas como la mescalina, el LSD o ciertos hongos). Por ejemplo, al tocar una superficie suave, los sinestéticos sienten un sabor dulce, o asocian el color amarillo al número 7 y la letra A al color rojo.
Un estudio realizado entre personas con sinestesia que asocian letras a colores encontró que esta asociación podría estar relacionada con las letras de colores para niños que uno encuentra comúnmente pegados a los refrigeradores de las casas. El estudio fue realizado por Nathan Witthoft y Jonathan Winawer de la Universidad de Stanford, y se enfocó en once sinestetas que asociaban determinadas letras con colores que eran sorprendentemente similares a los juguetes infantiles.
Esto no significa que exponer a un niño a imanes de colores del refrigerador produzca sinestesia, sin embargo, las conclusiones de Witthoft y Winawer señalan que estos juguetes para niños y el fenómeno de la sinestesia sugieren que la memoria y el aprendizaje juegan un rol significativo en cómo se manifiesta la sinestesia.
Links:
–Learning and Memory May Play a Central Role in Synesthesia (Association for Psychological Science)
–Study links synaesthesia with coloured fridge magnets (Wired UK)