Internet

Guia práctica para reconocer fakes

Lo mas básico sería jamás confiar en sólo una fuente de información.

Todos hemos sido víctimas de noticias falsas. Los antiguos medios de comunicación funcionaban como un filtro para diferenciar las noticias falsas de las reales (aunque obviamente no siempre cumplen bien su labor), y cuando apareció Internet hubo un período de ajuste por parte de la sociedad a esta nueva tecnología, pues la gente creía que porque una información existía online, era cierta (momento que fue exitosamente aprovechado por la campaña publicitaria de la película The Blair Witch Project).

Saber buscar en Google por imágenes, no sólo por texto

Mientras el huracán Sandy azotaba Nueva York, cientos de imágenes circulaban por Facebook y Twitter que mostraban el nivel de desolación debido al desastre natural. De las fotos falsas uno podía diferenciar dos tipos: Las modificadas con un editor de imágenes (donde usualmente consiste en agregar tiburones a la escena), y las que eran reales, pero tomadas hace bastante tiempo atrás.

La forma mas simple para buscar el origen de una imagen es por medio de Google. Cuando uno ingresa a images.google.com, a un costado del campo de búsqueda está el ícono de una cámara fotográfica que abre un nuevo campo de búsqueda donde puedes ingresar la URL de la foto, o subir una de tu computador.

Tras encontrar todas las fotos similares, uno puede buscar entre éstas la original y determinar la fecha en la que se subió a la web. Así, si alguien asegura que ayer le tomó la foto a un OVNI en el cielo y aparece una foto igual pero subida hace años, evidentemente es un engaño.

Saber reconocer las fuentes

Puede sonar obvio, pero es común entre la gente dar por ciertas noticias falsas porque no saben que la fuente de la información puede ser, por ejemplo, un medio satírico como The Onion, que inventa noticias con un tono bastante serio y que usualmente son recogidas por usuarios de Facebook.

Hace unos meses atrás se esparció la noticia en redes sociales que tras el veredicto del caso de Apple versus Samsung, la compañía coreana le pagó US$ 1.000 millones en monedas a la empresa de Cupertino. Todo nació desde el sitio web satírico eldeforma.com, y fue esparcido por Internet sin cuestionar en ningún momento la fuente de la información.

Más recientemente, una nueva noticia inundó las redes sociales y varios medios de comunicación fueron engañados: Habían encontrado la Atlántida en Cuba, en el Triángulo de las Bermudas. Sólo bastaba googlear un poco para darse cuenta de algo raro, pues una noticia así de relevante obviamente habría sido tratada por todos los medios más importantes del mundo.

Sin embargo, la noticia solo existió en medios latinoamericanos: La noticia se originó en el portal en español de Russia Today (quienes ya la retiraron de su sitio web), y recogieron como fuente las entradas en diversos blogs de teorías conspirativas y ocultismo. La noticia fue posteriormente recogida por la agencia oficial cubana Prensa Latina (quienes también retiraron la noticia) y se difundió entre diversos medios de comunicación.

O sea, los periodistas de Russia Today confiaron en blogeros anónimos en vez de googlear la noticia y encontrar que era una antigua nota de la BBC, que los científicos involucrados no estaban trabajando en el proyecto hace años (y de hecho un miembro enfrentaba diversos problemas legales en México), y que la animación e imágenes de la nota provenían del programa de televisión ‘Ancient Aliens’ del History Channel. Ya saben, el tipo del meme.

Por lo tanto, lo importante es saber reconocer que hay fuentes buenas y fuentes malas, medios de comunicación responsables y otros que ganan dinero asustando o sorprendiendo a la población. Evidentemente crear una lista de medios ‘confiables’ es arriesgado e irresponsable, pero sin dudas hay una diferencia sustancial entre el antiguo Semanario de lo Insólito y la BBC, ¿no?

Para más remate, la ciudad sumergida ni siquiera queda cerca del Triángulo de las Bermudas.

 

Saber ser prudente y desconfiar

No hablamos de desconfiar de absolutamente todo lo que te dicen, pero si algo no te suena bien cuando lees determinada información, buscar en Internet no cuesta nada. Hace sólo 20 años atrás, si alguien te contaba que el ventilador del techo de una casa te podía decapitar, uno sólo podía ponerlo en duda, esperar unas horas y motivarse (mucho) para ir a la biblioteca pública a buscar información sobre el tema.

Hoy en día, uno puede recurrir a los reconocidos MythBusters, o sitios web especializados en refutar mitos y rumores como Snopes.com. Esto implica un punto muy relacionado con el anterior: Jamás confiar en sólo una fuente. Ésta puede mentir. Incluso las nombradas.

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