Para los ejecutivos de Google, los motivos para manufacturar el Nexus Q en Estados Unidos en vez de Asia no son para evitar los reconocidos problemas en las condiciones laborales de las fábricas chinas, sino que para tener la capacidad de innovar rápidamente en el diseño del producto al tener a sus ingenieros físicamente cerca de donde se construye el aparato, en vez de mandarlos continuamente de viaje a China para supervisar la producción del Nexus Q.
Esta decisión es una muestra de una posible nueva tendencia entre las empresas que quieren dejar de depender de fábricas chinas para volver a manufacturar sus productos en occidente. Ésto es debido principalmente al aumento de los salarios de la mano de obra del país asiático: El sueldo promedio del trabajador de una fábrica era de USD$0,52 la hora el año 2000, y se calcula que para el 2015 éste aumente a USD$4,51 la hora.
Otro de los factores que pesan en las empresas de tecnología como Google para volver a fabricar sus aparatos en Estados Unidos, además de la rapidez y el costo de la mano de obra, es que buscan proteger mejor la propiedad intelectual de sus diseños, como también reducir el daño a los aparatos debido al transporte a través de largas distancias, así como los tiempos y costos asociados a su envío.
Pese a estos problemas, aún no se avecina un cambio radical respecto al lugar donde se fabricarán los futuros gadgets, más que nada debido a la compleja red china de proveedores de componentes, parte integral en el proceso de manufactura, y que mantendrán a grandes empresas como Apple dependiendo aún del gigante asiático para construir sus productos.
