Ciencia

El misterio de Eta Carinae, la estrella que explotó y sobrevivió

Un nuevo estudio sobre la Gran Erupción de esta estrella, ocurrida en el siglo XIX, señala que lo que ocurrió no fue una erupción, sino una explosión.

A mediados del siglo 19, el sistema de estrellas Eta Carinae de pronto se convirtió en la segunda más brillante del cielo nocturno, y luego de pronto volvió a bajar su brillo. A este evento se le conoció como la “Gran Erupción”, que causa confusión a los astrónomos: ¿por qué, en lugar de explotar, Eta Carinae sobrevivió a esta liberación de energía?

Se estima que Eta Carinae liberó alrededor del 10% de la energía que la estrella hubiese liberado si se hubiera convertido en una supernova. El comportamiento de esta estrella, de unas 100 veces la masa del sol, ha sido un misterio que los astrónomos han intentado resolver durante los últimos años. Las respuestas que pueda entregar permitirán a los astrónomos conocer las etapas finales de estrellas masivas, y distinguir entre erupciones y estallidos de supernova.

Aunque la Gran Erupción fue visible por primera vez en 1838, los astrónomos todavía pueden observar sus efectos hasta hoy a través de ecos de luz. Esto es, luz que ha rebotado en partículas alrededor de la nebulosa que rodea a Eta Carinae, y que ha llegado a la Tierra mucho después de que la explosión acabara.

Un nuevo estudio sobre los ecos luminosos fue realizado recientemente por un grupo de astrónomos, y revela que Eta Carinae estaba relativamente fría al momento de su erupción. El estudio, que será publicado en la revista Nature, indica que a diferencia de las erupciones tradicionales, la Gran Erupción puede haber sido gatillada por una onda expansiva que emanó de la superficie de la estrella. Es decir, de una pequeña explosión, que de alguna manera no destruyó a Eta Carinae.

Observar a Eta Carinae es difícil, porque su sistema está rodeado de nubes conocidas como la Nébula Homúnculo. La Gran Erupción provocó una estructura extraña en la nebulosa, y la distribución desigual de la materia indica que algo interesante está pasando dentro de ella. Según los astrónomos, hay al menos dos estrellas dentro de las nubes, pero hasta el momento no se ha podido confirmar esto.

Pese a los problemas, los astrónomos afirman que la estrella principal en Eta Carinae es una variable luminosa azul (VLA): una estrella muy brillante, caliente y masiva. Las VLA a veces aumentan de tamaño rápidamente, lo que implica una baja de temperatura y un aumento de luminosidad, con altas cantidades de masa siendo despedidas al momento cúlmine de la expansión.

Las erupciones en una VLA son poco comunes. Sólo se han visto dos en nuestra galaxia en 4.000 años, y unas pocas más en otras galaxias. Debido a su alta energía, se les llama también “impostoras de supernova”, y ahora los astrónomos intentan descifrar cómo diferenciarlas de una supernova real.

Al estar esta estrella más fría de lo anticipado, los astrónomos suponen que la Gran Erupción en realidad no es una erupción, sino que se trató de una explosión en Eta Carinae. Lamentablemente no se sabe qué puede haber causado algo como esto. Las explosiones estelares de este tipo normalmente son destructivas (como las supernovas, que no dejan estrellas sobrevivientes), mientras que Eta Carinae sigue estando ‘viva’.

Como sea, los datos aportan un granito más a la resolución de este misterio, que se arrastra ya desde más de un siglo.

Link: A star that exploded but didn’t die: the Great Eruption of Eta Carinae (Ars Technica)

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