Entretención

Tuiteros comienzan a tener asientos aislados dentro de los teatros

A quién no le molesta la pantallita brillante y permanente del odioso en la fila de adelante que no deja de lado su teléfono durante una obra…

Sin enterarnos, cada día hay más gente que usa Twitter y que lo lleva siempre listo en sus dispositivos móviles. Preparado para comentarle a todos sus seguidores qué está haciendo, dónde está o qué está pasando en el lugar donde está. Eso no tendría ningún problema -más allá de la eventual adicción- a menos que te encuentres en el cine o en un teatro presenciando una fina ópera u obra.

En un espacio abierto, con ruido o luz, como un conciero o un evento deportivo, probablemente nadie se entere de que estás pegado a tu celular mandando mensajes, pero en el otro tipo de eventos mencionados probablemente seas repudiado de manera unánime por toda la gente que no puede obviar la pantalla brillante o el sonido de tus dedos opinando sobre el espectáculo.

Por ello es que está comenzando a hacerse una tendencia en Estados Unidos la existencia de asientos reservados para gente que de seguro estará con su teléfono o tablet durante el show. La medida surgió en 2009 en el Lyric Opera de Kansas, donde se apartaron 100 butacas especiales para adictos a Twitter y, desde entonces ya son cada vez más los teatros que se suman.

Y como es de suponer, los asientos para tuiteros no tienen las mejores ubicaciones de la sala, en absoluto. Como la idea es que no molesten con las luces de la pantalla, están desplazados hacia los costados o las últimas filas.

De qué lado estás, ¿del de los tuiteros empedernidos o del de los que hoy tienen que soportar pantallitas y tecleos durante la función?

Link: More theaters reserve seats for tweeters (USA Today)

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