Hace un par de semanas estuvimos de visita en las oficinas de HP, ubicadas en Houston, Texas. Aunque no son las oficinas centrales del fabricante de computadoras, sí son las que concentran el mayo número de empleados de la empresa.
HP nos invitó a recorrer sus instalaciones y a ser testigos de los diferentes procesos que se llevan a cabo en la creación y fabricación de una computadora, ya sea portátil o de escritorio. Quizás para muchos no exista mayor chiste en una PC, pero no. Cada equipo tienen diferentes procesos de diseño antes de ser finalmente aprobadas y fabricadas por HP.
En este caso, nos enfocamos en la línea Elite, que es la serie de computadoras personales para negocios, y que destacan por tener materiales a base de aleaciones de aluminio y magnesio; soporte premium vía telefónica 24/7; y soportar un trato más rudo que el habitual.
Luis Felipe Núñez, gerente de relaciones públicas para América Latina y mercados hispános de HP, nos explica a detalle las etapas de diseño de un equipo Elite, en el siguiente video:
Pero no todo es como se ve, sino cuánto resiste. Y para eso, HP tiene diferentes pruebas de resistencia que incluyen caídas, apachurrones, pisotones, incluso salas de audio en las que se analiza profesionalmente el ruido que emite cada computadora sin que sobrepase límites preestablecidos. Si algo no sale bien, la PC es enviado de vuelta para que el equipo de desarrollo mejore los aspectos comentados.
El siguiente video muestra algunas de las pruebas a los que son sometidos los equipos HP Elite.
Si tienes una PC de la serie Elite, puedes estar seguro que cumple con las pruebas mostradas. Sería bueno que todas las computadoras de la marca se desarrollaran con ese esmero.
Ah, y seguramente se están preguntando si cuestionamos que va a pasar con la división de cómputo de HP. Sí lo hicimos, y la respuesta fue la que ya conocen: están evaluando cuál es el mejor camino, siempre con la idea de que son los número uno en ventas y que el soporte no dejará de existir para los usuarios actuales y nuevos de la compañía. Ni modo, quedamos en las mismas.
