Columna

CiudadaniaTV: aún es tiempo de salvar la #TVDigitalChile

Antes de que el senado lo apruebe, es necesario modificar el proyecto de ley

En septiembre de 2009 Chile se decidió a ocupar el formato de TV Digital ISDB-Tb. En mayo del año siguiente el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones le puso urgencia al proyecto de ley que regulará los medios basados en esa tecnología, y hace menos de un mes la Cámara de Diputados aprobó el proyecto por 55 votos contra 50.

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En el año y medio que transcurrió desde que se eligió la tecnología, el proyecto fue tomando cada vez más la forma de un negocio para las grandes empresas, y cada vez menos la de aquellas promesas iniciales de hacer de esto una herramienta para facilitar la educación, integración e interacción, especialmente con la población más aislada y más carente. En particular, los diputados dejaron pasar el artículo 31A, que permite a los canales emitir señales de pago por TV Digital.

Cobrar por el Aire

Nadie pretende que todas las empresas funcionen a pérdida, y se entiende que su objetivo es generar utilidades. A primera vista, el lector podría pensar que no hay nada de malo en que una estación  de televisión ocupe la señal de TV Digital para emitir un canal de pago.

¿Cuál es la queja, entonces? Sencillamente no es admisible que, además de tener que comprar un nuevo aparato de televisión para poder acceder a esta nueva tecnología, tengamos que pagar por poder acceder a los nuevos canales que las operadoras podrían implementar.

La Ley General de Telecomunicaciones (N° 18.168) establece en su artículo segundo que:

Todos los habitantes de la República tendrán libre e igualitario acceso a las telecomunicaciones

Y aunque más adelante contempla medios de comunicación limitados, describe su finalidad como de uso específico, entendiéndose que no está pensado para legitimar la TV de pago a través de las bandas VHF y UHF, reservadas para la TV de libre recepción.

El Estado de Chile le cede  un segmento del espectro radioeléctrico VHF y UHF a las estaciones televisivas para que éstas hagan su negocio, y a cambio éstas lo hacen sin cobrar por la señal. Por lo mismo,  solamente la TV por cable y por satélite quedan excluídas de esta gratuidad en atención a que no usan la misma banda de espectro radioeléctrico o derechamente no usan ninguna (como es el caso del cable).

Por un asunto de sentido común, así es como debiera seguir siendo. Cobrar por acceder a un segmento del espectro radioeléctrico no sólo significa revocar un derecho ciudadano adquirido, sino que es un sinsentido comparable a cobrar por el aire.

Las estaciones televisivas tienen que ganar dinero, pero ya lo están ganando a través de la publicidad. Ahora bien, para que no crean que el proyecto es absolutamente malo (o para mostrar que en este país se intenta disimular todo para que parezca menos impresentable) la ley establece que sólo el 50% de las emisiones de cada estación pueden ser de pago. Esta condición puede cumplirse ocupando el otro 50% para transmitir repeticiones sin valor agregado.

Otras Falencias

Con todas las posibilidades que ofrece la TV Digital, llama poderosamente la atención que el proyecto carezca del menor asomo de ofrecer, para nuestras localidades más apartadas y desprotegidas, un medio de información moderno, que eduque y  permita expresar su propia identidad. En ninguna parte se expresa que el proyecto permita a las personas ejercer sus derechos a la comunicación y la información.

El sistema televisivo actual es una de las tantas caras que toma la injusticia social. Desde ya las desigualdades en la distribución de la riqueza, la calidad de la educación y la atención de salud nos apartan de la definición de País Desarrollado, pero a diferencia de estas problemáticas, la TV ofrece una factibilidad unica  e inmediata de balancear las inequidades, ofreciendo a la población más carente un canal de acceso a la cultura.

Para ser más concretos, si los alumnos del quintil más pobre de la población escolar no tienen acceso a una educación tan completa como la de los colegios particulares, se podría compensar la carencia ofreciendo el acceso libre a programación de calidad como National Geographic, Discovery, History Channel, BBC, CNN o, por último, TVN 24 horas. ¿Qué es lo que sucede, en cambio? Los canales mencionados sólo están disponibles en la TV pagada, mientras que la TV abierta sólo adormece a la gente con farándula.

El advenimiento de TV Digital permite a Chile implementar Políticas de Fomento a la Televisión Pública Educativa y Cultural iguales a las que existen en Francia, Inglaterra, Holanda y Alemania, pero el proyecto no lo contempla. Por el contrario, se basa en parámetros puramente técnicos a la hora de adjudicar un segmento del espectro. Si dos señales compiten por adjudicarse un determinado canal el fisco no discrimina por la calidad de la programación, sino solamente por la potencia de las antenas y la calidad de la señal. El proyecto de ley privilegia un canal de telemarketing con buenos equipos por sobre un canal universitario con fines educacionales. Nuevamente, tenemos claro que las empresas buscan rentabilidad, pero es inaceptable que el proyecto esté definido de tal forma que un canal educativo y sin fines de lucro  tenga la última prioridad. Incluso instituciones centenarias como la Universidad de Chile han expresado su oposición en este aspecto.

El presente proyecto escasamente propone a través de concursos una política de Fomento a la Televisión Regional, educativa, cultural y Comunitaria, y no menciona las posibilidades de T- educación, T- Medicina y T- Estado (otra oportunidad desperdiciada de promover la transparencia de las reparticiones públicas). En resumen, no incorpora una política de fomento a los canales regionales, educativos, culturales y comunitarios.

Algunos escépticos han dicho que ese tipo de canales no es viable y que nunca van a tomar forma. Esto es una falacia. En este momento existen más de 25 canales comunitarios, que llevan años operando en forma irregular por no decir ilegal. Un gobierno tras otro han bloqueado sistemáticamente su acceso a licencias de transmisión, para darle preferencia a los modelos de televisión comercial de los que tanto nos quejamos como consumidores.

En mi opinión, el proyecto de TV Digital no estará completo si en él no se establece reconocimiento y cabida para todos esos canales largamente postergados.

Aún es Tiempo

Aunque el proyecto ya pasó y fue aprobado por la Cámara de Diputados, todavía debe pasar por una votación en el Senado, lo que equivale a decir que aún no es tarde para salvar la TV Digital.

Con la llegada del Proyecto de Ley al Senado, se abre una nueva instancia, y queda en manos de los SENADORES el revertir situaciones que los Diputados ya dejaron pasar. Estamos frente a una oportunidad histórica de establecer un sistema televisivo de calidad, diverso e inclusivo y de última generación tecnológica. Está en manos de los señores Senadores impedir situaciones tan inaceptables como que se cobre por ver los partidos de fútbol del Mundial Brasil 2014.

De poco sirvió que decenas de especialistas desfilaran por las comisiones de  Ciencia y Tecnología, la de Hacienda y la de Cultura en la Cámara de Diputados, la gran mayoría criticando el proyecto.  Prácticamente ninguna de las propuestas fue acogida. Tampoco las propuestas más importantes del Consejo Nacional de Televisión, órgano del estado especializado en el tema, fueron tomadas en cuenta.

Aunque pareciera que hay poco por hacer, y que estamos a merced del eficiente lobby que las empresas han logrado imponer en el congreso, como ciudadanos tenemos el deber de luchar mientras quede una chance de corregir el proyecto.

Se está generando un enorme movimiento que coordina la reflexión y las propuestas de carácter ciudadano, construyendo una mesa de trabajo compuesta por más de cien organizaciones entre universidades, organismos no gubernamentales, sindicatos, organizaciones gremiales, televisoras populares, periódicos y muchos más. Es muy importante que todos los interesados se informen, adhieran y difundan el trabajo de La mesa de la Ciudadanía y Tv Digital que por estos días tiene una campaña en su página web.

El sitio web contiene una breve encuesta de cuatro preguntas y un petitorio de once puntos. Si la propuesta les parece apropiada el llamado es a firmar la adhesión, y obviamente ayudar a difundir la acción a través de las redes sociales cno el haghtag #TVDigitalChile. Si el congreso no ha sido capaz de representar los intereses de los electores, y las estaciones televisivas anteponen el negocio al valor agregado que ofrecen a sus televidentes, significa que en nuestra condición de electores y televidentes tendremos que representarnos nosotros mismos haciendo ruido para que no se olviden que de nosotros se originan tanto la sintonía como los cargos públicos.

Errata: En una primera versión del artículo se citaba erróneamente el artículo 58 de la Ley de Medios. Ese fragmento ha sido corregido.

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